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Análisis

¿Qué es Vox?

Autoridades valencianas del Derecho Constitucional, la Ciencia Política y la Historia no dudan a la hora de situar al partido en la extrema derecha - Algunas voces defienden el uso de "derecha radical", porque no propone romper el sistema democrático, si bien otras califican a la formación de "neofascista"

¿Qué es Vox?

Santiago Abascal, líder carismático de Vox, repite que le trae sin cuidado cómo etiquete la extrema izquierda a su partido. Hasta la irrupción real de Vox, el uso público de extrema izquierda para catalogar a las formaciones más radicales que el PSOE (ahí caben Podemos y Compromís) era minoritario; hoy se ha extendido entre la derecha. ¿Qué pasa? ¿Qué es Vox? ¿Se está buscando un equilibrio ideológico para justificar futuras alianzas? ¿Es realmente extrema derecha o es mejor incluirlo en la nueva derecha populista europea? ¿Su programa se puede calificar de neofascista? ¿Por qué al Frente Nacional francés o Alternativa para Alemania se les introduce sin reparos en la ultraderecha y a Vox, aliado en Europa de ellos, no?

La Ciencia Política y la Historia Contemporánea pueden aportar algunas luces. Carlos Flores Juberías apunta una hipótesis para entender las reticencias a la hora de incluir a Vox en la extrema derecha. «El término -argumenta- tiene una inevitable connotación valorativa que no tienen otros, como 'centro' o 'izquierda', mucho mas neutrales». Por ello, añade, «tal vez sería más apropiado referirse informativamente como 'derecha radical' o 'derecha nacional'».

No obstante, el catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de València no tiene dudas a la hora de situar en la extrema derecha el programa de la formación. Se refiere a la defensa y reivindicación de una identidad nacional, así como a la defensa de la familia y la moral cristiana. «Son ciertamente posicionamientos comunes a otros partidos de este signo», explica a Levante-EMV.

Existen matices, pero la mayoría de los expertos consultados enmarcan al partido que acaba de obtener doce escaños en Andalucía en esa esquina ideológica de la ultraderecha. «Su programa y el discurso de sus dirigentes claramente se ubica en la derecha más extrema del panorama político de los partidos en España», afirma el exrector de la Universitat de València y catedrático de Historia Contemporánea Pedro Ruiz.

«Sí, Vox es de extrema derecha», sentencia Rosa Roig sin medias tintas. La profesora de Ciencia Política fundamenta su afirmación en la catalogación ideológica realizada por Lipset y Raab en 1981. Según estas autoridades, un partido de extrema derecha es aquel que se considera investido de la verdad absoluta, es hostil a la diferencia y no hay espacio en él para la diversidad y el relativismo moral.

¿Está Vox ahí? Roig considera que sí, porque en su ideario no se acepta que haya ciudadanos que cuestionen la unidad de España o pongan en duda la institución monárquica o que las mujeres quieran ser dueñas de su cuerpo.

Manuel Aznar Soler, catedrático de la Autònoma de Barcelona y fundador y director del Grupo de Estudios del Exilio Literario (Gexel), tampoco duda sobre el perfil de ultraderecha del partido de Abascal. Va más allá incluso. Lo sitúa en el neofascismo por los vínculos y el reconocimiento que su resultado en las elecciones andaluzas ha tenido por parte del Frente Nacional de Marine Le Pen.

«Como todos los partidos neofascistas, quiere dinamitar la democracia desde dentro y constituye el capítulo español de la estrategia de Steve Bannon [el exconsejero de Donald Trump] de dinamitar la Unión Europea», asevera. El plan pasaría por propiciar a través del manejo de las redes sociales un auge de la ultraderecha en las elecciones europeas de 2019.

Roig profundiza en esa idea, en la que las llamadas fake news y la información manipulada serían las herramientas para la anulación de la capacidad crítica de la ciudadanía y la uniformización de su pensamiento. Estos serían los rasgos del neofascismo en el que también incluye a Vox.

La profesora subraya, no obstante, que el fenómeno de esta nueva y rampante extrema derecha «es el fracaso de las fuerzas políticas actuales, incluyendo a CS y Podemos, para responder a las necesidades de una población frustrada porque la recuperación económica no les llega».

Aznar coincide en la preocupación por esta tendencia: «Un asunto de reflexión urgente para la izquierda».

Derecha «radical»

La consideración de 'derecha radical' que planteaba Flores Juberías es asimismo la que prefiere el también catedrático de Derecho Constitucional Roberto Viciano, uno de los padres teóricos de Podemos.

«A día de hoy, de acuerdo con lo que plantea en su programa político, no creo que pueda ser catalogado como partido de extrema derecha o neofascista. Para ambos supuestos sería necesario que planteara la supresión del sistema democrático por uno autoritario», afirma.

Viciano no quiere pecar de ingenuo, apostilla, y sugiere que en el interior de Vox puedan militar gentes de la extrema derecha y que su programa oficial no sea el real. Pero ahora, oficialmente, Falange sería neofascista; Vox y Alternativa para Alemania «son otras cosas».

La politóloga Clara Portela, investigadora en la Universitat de València, se decanta por clasificar a Vox como partido populista. «Su programa contiene propuestas muy conservadoras», dice, pero que no siempre corresponden estrictamente a la extrema derecha. «A menudo se encuadran más bien en una lógica de reacción contra la corrección política que condujo a la victoria de Trump, destinada a captar el 'voto de protesta'». De la misma manera, las reformas que plantea no atentarían contra la democracia liberal, señala.

Más allá del debate sobre la catalogación del partido que agita estos días la política, lo fundamental será ver la plasmación en los parlamentos de las propuestas que incluye en su programa. Por sus hechos los conoceréis.

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