Ver más allá de «mano de obra barata», de aquellos que se juegan la vida sobre una patera, o de un cuerpo sexualizado. Un grupo de mujeres migrantes y racializadas -con muchas similitudes pero también con todas sus particularidades y diferencias- pidieron ayer a los periodistas que vayan más allá de los prejuicios en las noticias y piezas periodísticas que elaboran. Y es que, «las etiquetas pesan», denuncian.

En una conversación-coloquio, organizada por la Unió de Periodistes junto a la ONG Alianza por la Solidaridad, estas mujeres explicaron a una treintena de profesionales de la información cómo sienten que son tratadas en los medios de comunicación.

En general, consideran que se da una cobertura sesgada y negativa de la migración y que las mujeres migrantes se ven doblemente discriminadas, por la invisibilización que también sufren por cuestiones de género, además de por su origen.

La activista Marcela Bahamon apuntó que una mala cobertura periodística de los inmigrantes es peligrosa, ya que puede contribuir a generar un «caldo de cultivo de racismo y xenofobia» en aquellas personas que ya tienen prejuicios.

Además, señaló que determinadas series de televisión «han hecho mucho daño», al normalizar tópicos o actitudes racistas. Por eso, animó a mostrar las personas con orígenes diversos como «parte de la sociedad» y como «fuentes válidas de las noticias».