El jefe del Consell, Ximo Puig, ha anunciado esta mañana un plan para reducir la burocracia e incentivar la economía. El presidente ha asegurado en el Foro Económico Santander que en los próximos meses se va a implementar el Plan Agiliza con este fin. El proyecto cuenta con la colaboración de la patronal valenciana (CEV) y "pretende plasmar el objetivo de un gobierno proactivo ante la actividad económica frente a una administración con una mirada solo disciplinaria".

Uno de los ejemplos que ha puesto Puig es el de los expedientes urbanísticos, que el nuevo plan quiere reducir en más de un 30 % su tiempo de tramitación. Es una reducción de plazos de más de un año, ha señalado. Un aumento del 10 % de resolución de solicitudes y un aumento previsto de la inversión de más de 500 millones.

"Se necesita una administración eficaz, flexible, que no sea tapón", ha aseverado Puig en el foro organizado por Levante-EMV y Prensa Ibérica. "Es un viejo anhelo que ahora se concretará por la participación de la CEV", ha subrayado.

El jefe del Conslel ha precisado que el proyecto no significa merma de la capacidad controladora de la Generalitat para garantizar la normativa ambiental y urbanística.

Puig ha estado acompañado por una importante representación del Consell (Vicent Marzà, Vicent Soler, Rafael Climent, María José Salvador, Gabriela Bravo y Manuel Alcaraz) y también han acudido rostros destacados de la sociedad civl, como el presidente de CEV, Salvador Navarro, y los secretarios generales de UGTPV y CC OO PV, Ismael Sáez y Arturo León. El presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, Eusebio Monzó, han sido otros de los presentes.

Jesús Prado, consejero de Prensa Ibérica, ha inaugurado la jornada con la advertencia de que en estos tiempos convulsos, "la sociedad no es tan igualitaria como desearíamos".

Por su parte, Antonio Valldecabres, del Banco Santander, ha destacado el compromiso de la entidad con las pequeñas y medianas empresas y el modelo basado en la cercanía.

El presidente de la Generalitat ha comenzado su intervención con una referencia al atentado de la noche pasada en Estrasburgo. "Europa tiene que defenderse con el faro de la Ilustración", ha afirmado.

También se ha referido al valor de la libertad de prensa y ha expresado su solidaridad con el Diario de Mallorca (del grupo Prensa Ibérica), "porque nadie puede atentar contra un derecho fundamental como es el ejercicio de la actividad periodística".

Diálogo y cohesión social han sido los ejes sobre los que Puig ha vertebrado su discurso. "El Brexit o los chalecos amarillos son muestras del tiempo que vivimos, fruto de la pérdida del equilibrio", ha subrayado. Sobre el primer fenómeno, ha señalado que es un hecho de consecuencias impredecibles. "No habrá ganadores. Todos perdemos. Pero hay que saber quién pierde más".

"Es la hora de recuperar el diálogo y la política. Huir de la estridencia no es lo más popular, pero es la ruta más efectiva frente al implacable disenso", ha subrayado. "Alentar el enfrentamiento" y los "nacionalismos de hojalata" pueden producir votos cortoplascistas, pero costes a largo plazo irreparables, ha lamentado.

En ese contexto de importancia de los acuerdos ha situado también la movilización por el corredor mediterráneo (ha puesto en valor que se ha conseguido que la UE cambiara sus planes) y la de una mejor financiación valenciana. "Ese impulso ha emergido desde la sociedad civil, que demasiadas veces ha tenido papel poco visible. Forma parte del momento valenciano", ha aseverado.

"La democracia es mucho más que votar cada cuatro años, sino una sociedad bien cosida, con capacidad de dialogar y pactar, que no es traicionar", han sido las palabras finales del presidente.

Puig ha dibujado un horizonte de avances económicos y sociales en los cuatro años de gobierno del Botànic en un "complejo contexto". "La Comunitat Valenciana es una de las que más ha crecido", ha dicho. Ha destacado el crecimiento acumulado del PIB del 10 %, 100.000 personas trabajando más y cerca de 8 puntos menos de paro, el peso de la industria se ha recuperado hasta rozar el 20 % y las exportaciones han llegado a cerca de 30.000 millones este año. "El momento valenciano es resultado de un esfuerzo compartido", ha dicho.

En este sentido, ha puesto énfasis en que la vía valenciana funciona "sin estridencias, con voluntad de pacto y serenidad", aunque "a veces demasiado poco a poco". Sus fundamentos son "la ética del diálogo y la convicción democrática de no dividir a los valencianos". "El futuro pasa por unir a la sociedad, no por fracturarla", ha dicho. Y en ese espacio ha situado el valor y el impulso de la economía.

Puig también ha hablado de política estatal. "Ahora hay en España un Gobierno que por lo menos escucha. Ha habido avances, pero no es suficiente", ha afirmado. "La Generalitat necesita que el Congreso apruebe los presupuestos. Para que no se demoren obras del corredor mediterráneo. Para compensar en parte las insuficiencias de la financiación autonómica. La Generalitat necesita el cambio para sanearse", ha asegurado. Puig ha insistido en "la urgencia del cambio de modelo de financiación, más allá de las confusas interferencias que envuelven este debate".

No obstante, ha admitido que el conflicto de Cataluña genera una dificultad añadida. Pero el Gobierno "no debe renunciar a presentar los presupuestos y buscar el mayor apoyo posible".

A preguntas de los asistentes, Puig ha rechazado una posible bajada de impuestos: "A día de hoy no es posible una reducción masiva de impuestos, porque la segunda conselleria es la deuda, con más de 5.000 millones". Ha lamentado el dumping social que ejercen algunas comunidades y que "forma parte del problema territorial oculto" en España.

Sobre los ajustes que Ford ha comenzado a realizar en Europa, el presidente de la Generalitat Valenciana ha señalado hoy que la factoría de Almussafes "es la planta de Ford más competitiva del continente", aunque ha admitido que "es evidente que la industria del automóvil está en un cambio de modelo", que "Ford tiene problemas" y que "debe reposicionar la empresa para el futuro".

No obstante, Puig ha asegurado que "la Generalitat colaborará para que el aterrizaje de Ford en esa situación sea favorable".