El Consell quiere poner en marcha un plan contra la burocracia antes de que se acabe la legislatura. La necesidad de una Generalitat más ágil y eficaz es uno de los ejes discursivos de Ximo Puig desde que el Botànic se asentó en el gobierno y tuvo conocimiento empírico de la maquinaria de la gestión pública.

Con ese fin, el jefe del Consell delegó hace meses en Justicia y Administraciones Públicas la puesta en marcha de una estrategia. El resultado es el Plan Agiliza.

Puig anunció ayer este proyecto para reducir la burocracia e incentivar la economía, que se espera que esté en marcha en un plazo de cuatro a seis meses y que cuenta con la colaboración de la patronal valenciana (CEV). Lo hizo en la primera edición en València del Foro Económico Santander, organizado por Levante-EMV y Prensa Ibérica.

El primer objetivo del plan es el atasco de los expedientes urbanísticos. La meta es reducir en más de un 30 % su tiempo de tramitación. Supondrá un recorte de plazos de más de un año, un aumento del 10 % de la resolución de solicitudes y un incremento de la inversión de más de 500 millones, señaló el president.

«Se necesita una administración eficaz y flexible, que no sea un tapón», dijo Puig. «Es un viejo anhelo que ahora se concretará por la participación de la CEV», agregó. El proyecto se fundamenta en una plataforma electrónica, en preparación, que permitirá monitorizar todo el proceso de licencias para saber en qué punto se encuentran y evitar que se solapen informes sectoriales.

Ante la duda de si la agilidad puede ir en detrimento de la calidad del servicio, Puig precisó que el proyecto no significa merma de la capacidad controladora de la Generalitat para garantizar la normativa ambiental y urbanística.

Diálogo y cohesión social fueron los ejes sobre los que Puig dibujó un panorama en positivo de los tres años y medio de gobierno del Botànic. «El brexit o los chalecos amarillos son muestras del tiempo que vivimos, fruto de la pérdida del equilibrio», subrayó.

Sobre el primer fenómeno, señaló que las consecuencias son impredecibles. «No habrá ganadores. Todos perdemos. Pero hay que saber quién pierde más».

«Es la hora de recuperar el diálogo y la política. Huir de la estridencia no es lo más popular, pero es la ruta más efectiva frente al implacable disenso», es la receta de Puig para estos tiempos de populismo. «Alentar el enfrentamiento» y los «nacionalismos de hojalata» puede producir votos cortoplacistas, pero costes a largo plazo irreparables, lamentó.

En ese contexto de importancia de los acuerdos situó la movilización social por el corredor mediterráneo (ensalzó que se ha conseguido que la UE cambiara sus planes) y la realizada por una mejor financiación valenciana.

«Ese impulso ha emergido desde la sociedad civil, que demasiadas veces ha tenido un papel poco visible». Forma parte del «momento valenciano», una forma reiterada de Puig de referirse a la coyuntura económica y social. «El futuro pasa por unir a la sociedad, no por fracturarla», remarcó.

«La Comunitat Valenciana es una de las que más ha crecido», dijo. Enumeró el aumento acumulado del PIB del 10 %, la reducción de cerca de 8 puntos del paro la recuperación del peso de la industria hasta rozar el 20 % de la economía y que las exportaciones han llegado a cerca de 30.000 millones este año. «El momento valenciano es resultado de un esfuerzo compartido», aseguró.

Y remarcó que la vía valenciana funciona «sin estridencias, con voluntad de pacto y serenidad», aunque «a veces demasiado poco a poco».

«La democracia es mucho más que votar cada cuatro años, es una sociedad bien cosida, con capacidad de dialogar y pactar, que no es traicionar», abundó Puig.Una sociedad no tan igualitaria

Por su parte, Jesús Prado, consejero de Prensa Ibérica, inauguró la jornada con la advertencia de que, en estos tiempos convulsos, «la sociedad no es tan igualitaria como desearíamos».

Asimismo, Antonio Valldecabres, director territorial del Banco Santander en la Comunitat Valenciana y Murcia, destacó el compromiso de la entidad con las pequeñas y medianas empresas y el modelo de la institución basado en la cercanía.

El presidente de la Generalitat comentó también la actualidad próxima. Sobre el atentado de la noche del martes en Estrasburgo, dijo: «Europa tiene que defenderse con el faro de la Ilustración».

Puig, periodista de profesión, también destacó el valor de la libertad de prensa y expresó la solidaridad del Consell con el Diario de Mallorca (de Prensa Ibérica, el mismo grupo que Levante-EMV), registrado por orden judicial a raíz de sus informaciones sobre el caso Cursach. «Nadie puede atentar contra un derecho fundamental como es el ejercicio de la actividad periodística», enfatizó.

El president también habló de política estatal: «Ahora hay en España un Gobierno que por lo menos escucha. Ha habido avances, pero no es suficiente». «La Generalitat -sentenció- necesita que el Congreso apruebe los presupuestos. Para que no se demoren obras del corredor y para compensar en parte las insuficiencias de la financiación autonómica».

Una nutrida presencia institucional y del mundo de la economía

El Foro Económico Santander reunió a una importante representación del Consell (Vicent Marzà, Vicent Soler, Rafael Climent, Ana Barceló, María José Salvador, Gabriela Bravo y Manuel Alcaraz) y la sociedad civil, como el presidente de CEV, Salvador Navarro, y los responsables de UGTPV y CC OO PV, Ismael Sáez y Arturo León. El presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, Eusebio Monzó, fueron otros asistentes. Entre la importante presencia empresarial: Manuel Iturbe, vicepresidente del Santander, Adolfo Utor o José Vicente González, entre otros.