Desde hace cinco años, la Conselleria de Sanidad «invita» a los valencianos de entre 50 a 69 años a hacerse una sencilla prueba: con solo una muestra de heces se puede saber si existen lesiones en el colon que puedan derivar en un cáncer o detectar ya la existencia de un tumor.

Pese la efectividad y los beneficios en prevención que, según los expertos, supone este programa, solo cuatro de cada diez valencianos (un 44 % en 2017) realizan este test de sangre oculta en heces, un porcentaje bajo que «hay que aumentar», según los expertos.

«Tenemos las mismas cifras en este programa de cribado que otras regiones pero es importante aumentarlo porque los beneficios de implantarlo, pese a esa base de aceptación del 44 % han sido extraordinarios». Así lo considera el oncólogo del Hospital Clínico de València, Andrés Cervantes, coordinador junto a la oncóloga del Hospital General, Mª José Safont, del 26 Simposio Internacional del Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos que se está celebrando hasta hoy en València.

Los expertos tienen claro el motivo este «bajo» porcentaje: la mala prensa de la prueba diagnóstica que se hace si hay un positivo en sangre oculta en heces, la colonoscopia y el «cierto tabú», según la doctora Safont, que envuelve tanto a la prueba como a la enfermedad en sí y que «hay que cambiar»

«Es cierto que el grado de aceptación de una colonoscopia no es igual al de una mamografía», reflexionan los expertos (el cribado del cáncer de mama convence a 7 de cada diez mujeres) pese a que la prueba en sí «ha mejorado extraordinariamente con la anestesia». Aún así, ambos entienden que hay que luchar contra el tabú que lleva aparejado el cáncer colorrectal.

«Es un problema que hay que afrontar con educación sanitaria y concienciación social. La palabra mama se dice y se genera una actitud positiva, vamos a hacer conciencia social con el cáncer de colon», aseguraron. Según Cervantes, antes de que el programa de cribado se pusiera en marcha el «25 % de tumores de este tipo se diagnosticaban en urgencias con un pronóstico más desfavorable, eso ya lo hemos ganado».

De hecho, si este tipo de programas se extendieran en todo el territorio «hablaríamos de entre 3.600 a 3.800 vidas salvadas al año».

«Tímidos avances» en páncreas

Además de cáncer colorrectal, el segundo de mayor incidencia en hombres por detrás del de próstata y en mujeres tras el de mama, en el simposio se hablará de los principales avances en los cánceres digestivos, la familia de tumores malignos «más frecuente».

En concreto, los 450 expertos nacionales e internacionales que participan iban a abordar los «tímidos pero incesantes» avances en el tratamiento del cáncer de páncreas, el más mortal de todos los tumores con una supervivencia de menos del 5 % a los dos años.

«Aún hay mucho por hacer», reconocieron al tiempo que demandaron mayor investigación en este campo. «Se necesitan más equipos, más esfuerzos y mayor investigación traslacional» para avanzar en el tratamiento de una enfermedad que, además, «no va a hacer más que ir en aumento según las proyecciones a 2030 que manejamos», explicó el profesor Enrique Aranda, jefe del servicio del Hospital Reina Sofía de Córdoba y presidente del grupo TTD.