El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, considera que, «desde un punto de vista humanitario», no es adecuado que Eduardo Zaplana, que padece leucemia y está ingresado desde el pasado martes en el Hospital La Fe de València, continúe en prisión preventiva.

Preguntado sobre la situación del expresidente valenciano por el PP, Puig recalcó ayer en Madrid que la ley dice que «la prisión preventiva se tiene que aplicar sólo en casos muy determinados» y que, «desde el punto de vista humanitario», es «evidente» que «no es el camino adecuado» en este caso.

Puig señala que no quiere «enjuiciar» la labor de la jueza del caso y que respetará «siempre absolutamente» lo que digan los tribunales, pero «hay medidas para preservar» que Zaplana no pueda cometer nuevos delitos sin necesidad de que siga en la cárcel.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, también se mostró ayer «complemente de acuerdo» con el PP en reclamar «humanidad» para que Zaplana sea tratado en un hospital y no en la cárcel.

Iglesias compartió un tuit del PP en el que se señala que la vida de Zaplana «está en serio riesgo» y se debería tener en cuenta esta circunstancia para que pueda tratarse en un hospital, además de reclamar «un poco de humanidad. Cualquier preso, haya hecho lo que haya hecho, merece que se respete su dignidad si sufre una enfermedad como la de Zaplana. La humanidad engrandece a la democracia, también cuando se enfrenta al crimen».

Otros políticos utilizaron ayer las redes sociales para pedir que Zaplana salga de prisión, como el senador de EH Bildu Jon Iñarritu, que cree que expresidente de la Generalitat «debe ser excarcelado como cualquier preso en su situación».

Iñarritu, que también compartió el tuit de los populares, añade que el PP «denuncia» que se aplique a sus presos la «cruel medida que ellos regularon (Instrucción 3/2017) por limitar la excarcelación de los presos gravemente enfermos» y reclama que se derogue esta instrucción.

Zaplana permanece ingresado en el Hospital La Fe desde desde el martes para realizar una revisión programada que iba a durar entre 8 y 10 días.