Julián Ruiz lleva 25 años trabajando en la empresa familiar Muelles Castellano, en Paiporta. Desde hace cinco que decidió comprar la Lotería de Navidad de la plantilla a más de 100 kilómetros de distancia, en la localidad de Almansa, Albacete.

Hasta ahora no había habido suerte, pero Julián seguía confiando en que ese número le tenía que tocar en el Sorteo de Navidad "después de todo lo que había pasado en su vida". Esta mañana, a las 9.30 horas, los 19 trabajadores de Muelles Castellano escuchaban cómo los niños del Teatro Real de Madrid cantaban su número, el 21015, agraciado con el segundo premio a razón de 125.000 euros por cada décimo.

María José Castellano, la gerente de Muelles Castellano, no sabía cómo agradecer la ocurrencia de Julián de comprar el décimo de la empresa en Almansa en lugar de cualquier otra administración cercana. "Ha sido una gran alegría", explica María José, quien recién levantada de la cama se daba cuenta que ella era una de las afortunadas del madrugador premio.

"¿Lo primero que voy a hacer?", se pregunta, "yo lo tengo claro, un viaje con mi hijo y mi marido", reconoce entre sonrisas María José. Julián, por su parte, tiene muy claro que el dinero lo gastará en "tapar agujeros". Hace unos años que se divorció, los mismos que lleva comprando la lotería en la localidad albaceteña, así que vive solo con dos hijos de 28 y 23 años. "Tenemos muchos gastos, este dinero me servirá para poder quitarme deudas", indica "muy contento" Julián.

Por otra parte, uno de los ocho quintos del sorteo de Navidad ha dejado un pellizco en Xàtiva y en Castelló de Rugat. En la capital de la Costera se han vendido un número indeterminado todavía de décimos del 02308 por la modalidad del "décimo sorpresa", según explica el lotero Gerardo santamaría. "No lo sé; puede ser uno, dos, tres...". se trata de comorar un décimo dentro de un sobre, sin pedir elegir número ni pedir terminación alguna. La administración és la número 3 de Xàtiva y está ubicada en el Centro Comercial Plaza Mayor.

En Castelló de Rugat ese mismo quinto ha dejado 72.000 euros repartidos en doce décimos (6.000 por décimo). El punto de venta es un receptor, un espacio comercial compartido con la venta de lotería y lo regenta Míriam. "Creo que han sido diez décimos, no doce... Pero no lo sé aún", se apresuraba a decir con la emoción del galardón.

El segundo de Almansa rebota en la Font de la Figuera. Miguel, camarero de Almansa que trabaja en un bar de la Font, tiene un décimo del 21.015 que le da 125.000 euros. Su esposa le ha pasado por whatsapp una foto con el boleto premiado. Pero él tiene que seguir sirviendo cafés, "y mañana ya veremos", decía sonriente.