El Rivia es el registro oficial para la inscripción de animales que residen en la Comunitat Valenciana. La de perros en esta lista, que tiene carácter supramunicipal, es obligatoria (la de los gatos no) y las cifras que manejan no paran de crecer. El Rivia refleja 834.537 animales vivos registrados, una cifra que no ha parado de aumentar desde la última década. Y eso que no ha acabado diciembre, un mes donde las tiendas de mascotas y los criadores hacen el agosto.

El debate sobre la tenencia, normativa, controles y sanciones a los denominados Perros Potencialmente Peligrosos (PPP) ha vuelto a salir a la palestra tras el ataque de dos perros peligrosos de raza American stafford a la concejala socialista y primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de València, Sandra Gómez.

En la Comunitat Valenciana hay 29.414 perros potencialmente peligrosos registrados en el Rivia, con un incremento de unos 5.000 más este año. Una normativa estatal -el Real Decreto Ley de Razas Potencialmente Peligrosas- es la que regula la tenencia de unas razas caninas que, por sus características genéticas y morfológicas, pueden llegar a ser peligrosas si no se adiestran adecuadamente. El tipo de mordida (denominada de presa) del animal es clave para su catalogación como PPP.

La ley estatal registra 8 razas de perro catalogados como PPP: Pit bull terrier, Staffordshire bull terrier, American staffordshire terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileño, Tosa inu y Akita inu. Esas razas son PPP en todo el estado español. Sin embargo, cada autonomía regula también la tenencia de PPP en su comunidad autónoma, sumando algunas razas. La Comunitat Valenciana es de las autonomías que más ha sumado a la normativa con un total de 15 entre las que se encuentran las 8 estatales más el perro de Presa mallorquín, el perro de Presa canario, Bullmastiff, Bull terrier, Dogo de Burdeos, Doberman y Mastín napolitano. Sin embargo, como cauda autonomía suma las que considera oportuno existen razas que son PPP en unas comunidades y otras no. Así, por ejemplo, las raza Boxer no está catalogada como «peligrosa» en la Comunitat pero sí en Cantabria. Al revés ocurre lo mismo. Un Dogo de Burdeos, por ejemplo, sujeto en la C. Valencinana a la normativa de los PPP no está catalogado como «peligroso» en el País Vasco.

Además, no hace falta que el animal sea de raza pura para ser catalogado como PPP desde su nacimiento (y hasta que fallezca, ya que no hay manera posible de descatalogar un PPP), pues la normativa estatal que rige las razas peligrosas también incluye «los cruces entre ellos o con otras razas obteniendo una tipología similar» e incluso aquellos que sin ser de padre o madre de raza peligrosa presenten «fuerte musculatura, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia; marcado carácter; pelo corto; perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros; cabeza voluminosa o cuello ancho», entre otros.

Por otra parte, cualquier perro que muerda, sea de la raza y del tamaño o características que sea, pasa a ser catalogado como PPP. Por ello, el registro del Rivia de perros potencialmente peligrosos registra otras razas.

Por ello, tanto desde el colegio de Veterinarios de València como protectoras de animales como Modepran y entidades animalistas aseguran que la ley no debería distinguir entre «razas peligrosas y razas no peligrosas», sino entre «perros peligrosos y perros no peligrosos, sean de la raza que sean».

Ahora bien, sea de la raza que sea, si la autonomía en que reside lo tiene catalogado como PPP la normativa imone tener la licencia (con pago de tasas y certificado médico), el chip del animal, un seguro que cubra daños por 120.000 euros y la obligación de llevarlo siempre atado (con correa corta, no extensible) y con bozal.

Aún así y a pesar de la estricta normativa, el único registro es el Rivia, algo que no todos los dueños de perros hacen. Las protectoras aseguran que hay muchos perros sin identificar, sin licencia y en manos de personas sin preparación.