Tetranitrato de pentaeritritol. Esa parece ser la sustancia explosiva que habría estado utilizando la banda que desde el pasado 22 de octubre ha reventado tres cajeros en la provincia de València -todos ellos de la entidad Cajamar o filiales- para llevarse los billetes guardados en su interior. De momento, el botín acumulado en esos tres robos asciende a un mínimo de casi 70.000 euros. Solo en el último golpe, el de Domeño, en la madruga del pasado 21 de diciembre, obtuvieron un beneficio de 40.000 euros.

Según los primeros análisis de los restos de las explosiones, la banda estaría utilizando cordones detonantes de pentrita -el nombre común del tetranitrato de pentaeritritol o PENT, en su denominación en siglas- para provocar la deflagración necesaria con el fin de romper los cajeros y poder acceder al cajetín donde se encuentran los billetes de la máquina dispensadora.

Hasta ahora, han atacado siempre cajeros de la entidad Cajamar -o filiales- con un mismo tipo de máquina lo que ha induce a pensar que los ladrones conocen cómo atacar -dónde y cómo explosionarlos- ese cajero y no otro, para lograr su apertura sin arriesgarse a dañar el dinero y quedarse sin el botín.

En los últimos años, las bandas especializadas en el robo del dinero de cajeros explosionando los aparatos han actualmente principalmente en Madrid, aunque también ha habido grupos actuando bajo este sistema en Málaga y en Cataluña, así como en Navarra, aunque de manera más residual.Arma terrorista

La pentrita es uno de los explosivos rompedores más potentes -e inestables- que tiene principalmente usos militares e industriales, sobre todo en minería y en ingeniería civil (voladuras localizadas, canteras, obra civil...). En el ámbito de la delincuencia, ha sido utilizado por grupos terroristas -entre ellos, ETA-, por lo que su uso y almacenamiento está muy controlado por la Guardia Civil.

De hecho, en abril de este año, agentes del instituto armado detuvieron en Huelva a una persona e imputaron a dos más por la sustracción de cordón detonante de pentrita en instalaciones de la empresa minera Riotinto. La investigación había empezado tres meses antes, después de detectar que se estaban utilizando estos explosivos en unas obras particulares de una finca de la localidad onubense de Santa Ana la Real.

Tras detectar la procedencia del cable detonante, abrieron una investigación que culminó con la detención del responsable de la custodia de los explosivos en el almacén de Riotinto. Los agentes le intervinieron 1.864 gramos de pentrita y TNT, 23 detonadores y 530 metros de tubo de transmisión para voladuras. Además, imputaron a otros dos empleados por colaboración.

Por esa razón, la Guardia Civil rastrea el posible origen del cordón detonante que habría utilizado la banda que lleva al menos cuatro semanas actuando en València, ante la posibilidad de que haya tenido acceso a explosivos procedentes de algún almacén de minería o de ingeniería civil que no haya detectado aún esa sustracción.

Tres asaltos en un mes

El primer robo fue perpetrado en la madrugada del 22 de octubre, lunes, en el único cajero automático de Gavarda, en la Ribera. Los ladrones desaparecieron con 13.000 euros de botín tras reducir a escombros el recinto del cajero. Los especialistas del Tedax de la Guardia Civil detectaron, en el lugar, restos de nitrato. Fue el primer paso para poner nombre al explosivo empleado.

Tras un descanso de seis semanas, la banda reapareció en Camporrobles en la madrugada del 1 de diciembre, sábado. Repitieron modus operandi y se largaron con el dinero tras un asalto que duró apenas cinco minutos.

El último golpe, de momento, es el cometido en Domeño en la madrugada del 21 de diciembre, viernes, también en la única sucursal del pueblo, perteneciente, otra vez, a Cajamar. Los ladrones huyeron con un botín de 40.000 euros y dejaron tras de sí un edificio en ruina con la estructura seriamente dañada.