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Infraestructuras

La declaración de impacto obliga a blindar el bypass con 31 km de pantallas acústicas

En el tramo más conflictivo a su paso por la Canyada incluirá marquesinas acústicas, un semitúnel de 1 kilómetro y cinco muros verdes de 555 metros

La declaración de impacto obliga a blindar el bypass con 31 km de pantallas acústicas

La declaración de impacto ambiental (DIA) favorable al proyecto de ampliación del bypass o circunvalación de València (A-7) obliga al Ministerio de Fomento a blindar la autovía con 31 kilómetros de pantallas acústicas y otras medidas antirruido para reducir el impacto acústico en viviendas, centros escolares e industrias. Así consta en la DIA del proyecto «Mejoras funcionales, de seguridad vial y medidas de integración ambiental de la autovía A.7, tramo enlace con la CV-32 carretera de la Gombalda-enlace con la A-3», aprobada por el entonces Ministerio de Medio Ambiente el 19 de marzo de 2018, con el gobierno de Mariano Rajoy.

La contaminación acústica es uno de los puntos débiles de la ampliación de la circunvalación a la que se oponen frontalmente los municipios de Paterna y Godella, además de los grupos parlamentarios y municipales de Compromís en las Corts, Manises, Bétera, Foios, Museros, Paterna y València, además del de EU de Manises, según las alegaciones presentadas por todos ellos. Todos alegan los «graves impactos sobre la población (contaminación acústica y del aire), sobre el sistema hidrológico y por el efecto invernadero, reconocidos en el estudio de impacto ambiental que fía su corrección a la ejecución de medidas de eficacia dudosa, particularmente la ocupación de barrancos y su drenaje por medio de cajeros enterrados».

De hecho, la declaración de impacto admite que los niveles de contaminación acústica ya se superan incluso antes de ejecutar las obras de ampliación. Es el caso del tramo más conflictivo del bypass, entre la CV-35 y el eje del Turia, donde «todas las edificaciones muestran valores superiores a los establecidos por la legislación autonómica [de ruido] para el uso residencial y docente (45 decibelios por el día y 35 por la noche)». Incluso «un 65% de las edificaciones superan estos valores en más de 10 decibelios, entre ellas los cuatro centros educativos» a pesar de que actualmente existe «una pantalla de 5 metros de altura que protege a los colegios Escuela 2 y Santo Tomás de Aquino, sin conseguir niveles de ruido inferiores a los exigidos por la legislación autonómica».

Por eso es en esta zona donde el Ministerio de Medio Ambiente exigía una mayor protección para minimizar el impacto acústico. «Para el tramo B, donde se localizan los centros docentes y grupos de viviendas cercanas a la infraestructura proyectada, se proponen marquesinas, pantallas y un semitúnel acústico, además de muros verdes», según recoge el dictamen ambiental favorable a la ampliación del bypass.

De las tres marquesinas acústicas proyectadas en este tramo de 7,5 kilómetros (y el más caro de todos), una de 720 metros de longitud se destinará a proteger el Colegio Santo Tomás de Aquino. El semitúnel previsto en la calzada de la A-7, de un kilómetro de longitud, «permite encerrar el tráfico de las calzadas existentes y protege a los centros educativos y a las zonas habitadas de la Canyada próximas a la autovía actual». Además se instalarán otras 20 pantallas acústicas, «con una longitud total de 4,9 kilómetros y una altura comprendida entre 3 y 6 metros».

También se deberá prestar especial atención al centro asistencial Ivadis en Manises que, tras una alegación del ayuntamiento, se protegerá con siete pantallas acústicas adicionales de 1.085 metros y una altura de entre 3 y 5,5 metros. En los otros dos tramos de la autovía se instalarán un total de 56 pantallas en el tramo A (Carretera Gombalda a CV-35) y 17 pantallas en el C (del eje del Turia a la A-3).

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