El Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) denunció ayer el ataque a su sede en el distrito de Exposición de la ciudad de València en la que aparecieron pintadas con insultos. En un comunicado, el partido consideró que el ataque se trata de «una muestra de intolerancia», que condenó de la forma «más enérgica», al tiempo que instó a los partidos sumarse a la condena.

Los populares recordaron que esta sede ya fue atacada con otras pintadas y pedradas en agosto de 2017 y se da la circunstancia de que es la más antigua de la formación en la ciudad.

Entre las pintadas se podían leer insultos como «Corrupptos» o «Partido Podrido», junto al símbolo de la hoz y el martillo, así como una alusión al expresident de la Generalitat, Francisco Camps, en otra de las pintadas de la fachada.

«Esta nueva agresión contra una sede del PPCV supone un ataque directo contra los derechos fundamentales de las personas, su libre asociación y libertad de pensamiento», dijo la formación.