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Entrevista

Lucía Galán Bertrand: "Lo que hace realmente felices a los niños es pasar tiempo con sus padres"

«No debemos sentirnos malos padres por ser exigentes y buscar lo mejor para nuestros hijos, todo lo contrario»

Lucía Galán Bertrand: "Lo que hace realmente felices a los niños es pasar tiempo con sus padres"

P ¿Cambia el mundo en que vivimos la forma de criar a nuestros hijos? ¿En qué ha cambiado el mundo que a usted le tocó vivir como niña respecto al que hoy viven sus hijos?

R No cabe duda de que los factores externos del mundo actual modifican nuestro día a día, la forma de relacionarnos, la manera de hacer las cosas, las prioridades, la prioridad de muchos es tener tiempo libre y tiempo de desconexión, ¿verdad? Probablemente las prioridades de nuestros padres fuesen otras. Sin embargo, en lo fundamental, en los valores que sustentan la relación con nuestros hijos, todo lo que queremos meter en sus mochilitas para el futuro, son los mismos: el esfuerzo, la disciplina, el respeto, la empatía, la escucha, la compasión, la generosidad y el amor. Valores que lucho a diario por saber transmitir a mis hijos la mitad de bien que mis padres hicieron conmigo.

P Pongamos que llega una madre y le anuncia que ella no cree en las vacunas y que no vacunará a su hijo. ¿Qué le diría?

R Antes de nada le preguntaría qué le ha llevado a tomar esa decisión. Detrás de una postura tan tajante siempre hay razones que considera determinantes. Tras haber escuchado sus argumentos, trataría de arrojar luz a cada uno de los puntos que ha comentado, porque siempre hay una respuesta basada en la evidencia científica. Siempre usan los mismos argumentos. El secreto está en no atacar, que el paciente no se sienta juzgado. El profesional debe asumir que con este tipo de familias se emprende una carrera de fondo y que en una sola visita, generalmente, no vamos a hacerles cambiar de opinión. Se trata de ir paso a paso, informando de cada una de las enfermedades a las que se expone si no vacunamos y, por supuesto, atendiendo al resto de necesidades de su hijo: consejos de alimentación, lactancia materna si toma pecho, cuidados.

P ¿Da por superada la polémica con Javier Cárdenas?

R Al señor Cárdenas no le dije nada que no le dijera a cualquiera que hubiese relacionado el autismo con las vacunas. Polémica, ninguna. Ciencia, mucha.

P ¿Parto natural o epidural?

R Respeto a las madres que prefieran dar a luz sin epidural, pero yo estoy a favor. Si podemos elegir un parto con menos dolor, ¿por qué sufrir? Y lo dice una que tuvo muy malas experiencias con ambas epidurales que finalmente no se lograron poner. Si repitiese, lo volvería a intentar con epidural, sin duda.

P Lactancia materna, ¿sí o no?

R Sí. Di pecho a cada uno de mis hijos un año, hasta que ellos se destetaron. Recuerdo esos momentos con muchísima añoranza y ternura; es más, lo echo de menos, aunque también es no dormir durante meses. La lactancia materna es el mejor alimento que le podemos dar a nuestros hijos de forma exclusiva desde que nacen hasta los seis meses y junto con alimentación complementaria hasta los dos años o más. Eso sí, la madre es libre de elegir el tipo de alimentación que le quiere dar a su hijo. Los pediatras estamos para informar, asesorar, cuidar, diagnosticar y tratar, nunca para juzgar.

P ¿Cómo viven ellos la crianza? ¿Cuán diferente es la experiencia de la maternidad/paternidad entre hombres y mujeres?

R De esto hablo mucho en mi segundo libro Eres una madre maravillosa. Le dedico un capítulo entero que dice ‘hombres y mujeres sentimos diferente. Hablemos claro’. Y así es. Distintos ritmos, velocidades y maneras de sentir. Pero ambas maravillosas. Las mujeres desde el mismo momento en el que nos quedamos embarazadas ya nos sentimos madres. Cuando nace el bebé ya estamos en quinta, mientras que ellos están arrancando. Es normal. Forma parte de la naturaleza humana y animal. Pero eso no quiere decir en ningún caso que ellos sientan menos o peor que nosotras. Somos diferentes y esto es maravilloso. Eso sí, a la pregunta de «¿darías la vida por tu hijo?» Ambos contestamos: «sí, mañana mismo».

P ¿Padres y madres mantienen viejos modelos de relación parental que demuestran la persistencia de las estructuras de género?

R Afortunadamente es algo que está cambiando, quizá más despacio de lo que nos gustaría, pero está cambiando. Yo lo observo sobre todo en los niños y en las niñas tanto de mi consulta como en mis propios hijos. Los niños de hoy en día son más tolerantes, más abiertos, más igualitarios. «Mamá, yo no quiero ser princesa. Yo quiero ser guerrera como tú», me dijo mi hija con 8 años. Soy muy optimista con los niños del futuro. Creo en ellos.

P ¿Qué consejos puede darle a un padre cuyo hijo tenga el llamado síndrome del emperador o niño tirano?

R El niño tirano no nace en un día. Es la consecuencia de una educación mantenida carente de límites en la que el niño siempre ha hecho lo que ha querido, no ha habido la correspondiente figura de autoridad que marque el camino, que le ayude a diferenciar el bien del mal, que le muestre que en la vida es más lo que conseguimos siendo generosos que exigiendo. Los niños necesitan límites como necesitan amor y cuidados. Los límites son necesarios. No podemos pretender educar sin límites, las consecuencias son ésas: niños tiranos, déspotas e impacientes. No debemos sentirnos malos padres por ser exigentes, disciplinados y buscar lo mejor para nuestros hijos; todo lo contrario. Ése es el camino: autoridad, que no autoritarismo. Escucha, comprensión, empatía, cobijo y límites.

P ¿Qué le ha aportado la experiencia de la maternidad a su profesión?

R Madurez, serenidad, equilibrio, realidad y, sobre todo, dosis inmensas de empatía. Qué fácil resulta todo cuando lo lees en los libros y qué difícil es cuando entras por la puerta de casa agotada. Con qué claridad lo ves todo cuando te lo explican tus adjuntos en una guardia y qué de fantasmas y miedos te consumen cuando has de ponerlo en práctica con tus propios hijos. Qué fácil es opinar sin haberlo sentido.

P ¿Acuden ahora más los padres a la consulta médica? ¿Qué papel juegan las redes sociales ?

R Sí, creo que acuden más porque hay más miedo que antes. Ahora tenemos tanta información, tan rápida, tantos medios, que hay mucha desinformación que genera miedo. Y el miedo provoca inseguridad y la inseguridad te hace acudir más al médico: «Es que he leído, es que he visto, es que he escuchado...». Mi objetivo tanto en redes sociales como en mi consulta es intentar transmitir tranquilidad, información fiable y sentido común.

P ¿Qué hace feliz a un niño?

R A los niños lo que verdaderamente les hace felices es pasar tiempo con sus padres. Tiempo real, de verdad, de juego y atención plena; por tanto, todo lo que sea ganar en tiempo de calidad con los hijos es beneficioso para ellos y para nosotros. Son unos pocos años los que nos van a necesitar. Aunque nos parezca que el camino es largo, realmente no lo es. Dura hasta que tengan 10-13 años a partir de entonces, nos dejan de necesitar. Estaremos, por supuesto que sí, aún les queda mucho camino: adolescencia, juventud, pero ya no es lo mismo. En esa etapa ya es recoger lo sembrado. Así que si pudiera darle un consejo a los padres y a las madres de niños pequeños sería: aprovecha esos primeros años de vida de tu hijo que aunque intensos, difíciles, aunque esta sociedad no nos lo ponga nada fácil, son irrepetibles.

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