Las instalaciones nucleares españolas comunicaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a lo largo de 2018 un total de 31 sucesos, tres de ellos por parte de la central de Cofrentes y todos calificados con nivel cero en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos.

La cifra total es un 22,5 % menos que los 40 sucesos notificados durante 2017, un año en el que 39 de ellos fueron clasificados como nivel cero y uno. En Cofrentes, se clasificó como nivel 1 en la escala INES, lo que supone una «anomalía» de funcionamiento.

En concreto, fueron las centrales nucleares de Ascó II y Vandellós II, ambas en Tarragona, las que más incidencias comunicaron al regulador, con seis sucesos cada una. A esta le siguieron la central cacereña de Almaraz, cuya unidad II notificó cinco sucesos y la unidad I otros tres.

Además, la central nuclear de Cofrentes notificó tres sucesos y la central de Ascó I informó de otros dos. La central nuclear que menos sucesos notificó al regulador fue la planta de Trillo, en Guadalajara, con solo uno.

En 2018 todos los sucesos fueron nivel cero, por lo que no tuvieron significación para la seguridad, ni generó impacto a los trabajadores ni al medioambiente.