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Cargo

Diputación busca presidente

PP y PSPV aspiran a la presidencia de la institución en 2019 sin tener postulantes claros - El relevo de Gaspar puede abrir una nueva guerra de poder entre las corrientes socialistas y activar la batalla en el PP por el control de la provincia

Diputación busca presidente

Cuestionadas políticamente, pero poderosos instrumentos de poder, las diputaciones provinciales han sido siempre un oscuro objeto de deseo por parte de los partidos. Populares y socialistas han codiciado tener mando en plaza en una institución que, de un lado, es un trampolín político de primer orden, pero que también puede acabar siendo una tumba política. Con la llegada del año electoral, las cábalas sobre quienes tienen opciones para convertirse en presidenciable del Palacio de Batlia han comenzado. PSPV y PP son los partidos con mayor fuerza en los municipios y con más opciones para alcanzar la presidencia, pero a estas alturas no hay candidato claro. En los primeros, hay al menos dos aspirantes claves (el presidente de la gestora de València y alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, y la portavoz del PP en el grupo popular de la Diputación, Mari Carmen Contelles), mientras que en las filas socialistas hay varios nombres en liza, entre ellos, el alcalde de Mislata, Carlos Bielsa y la secretaria provincial del PSPV, Mercedes Caballero, aunque también aspira el alcalde de Burjassot, Rafael García.

La casualidad ha querido que la diputación de València se encuentre en una situación parecida a hace cuatro años cuando la cita con las urnas la pilló con una jefatura en funciones. El popular Alfonso Rus tuvo que dimitir tras la explosión del caso Taula y refugiarse en Xàtiva, ciudad en la que mantuvo la alcaldía hasta el último minuto. Llegó incluso a presentarse a los comicios, aunque cosechó un fracaso absoluto. El socialista Jorge Rodríguez vio segada su prometedora carrera política cuando en julio fue detenido por la operación Alquería. Se ha refugiado en Ontinyent con el propósito de presentarse de nuevo como alcaldable. Ante un panorama judicial incierto (el sumario sigue secreto), Rodríguez tiene casi imposible volver al Palacio de Batlia. Fue sustituido por Toni Gaspar. En principio, el del alcalde de Faura estaba previsto como un mandato de transición. Gaspar estaba de retirada de la política cuando por una carambola le cayó la presidencia.

Su designación (Gaspar no es próximo a Blanqueries), impidió el ascenso de algún diputado provincial próximo a José Luis Ábalos, referente de los críticos de Ximo Puig. La batalla entonces no llegó a librarse, pero en las filas socialistas se da por hecho de que se activará tras las elecciones. Dos nombres propios, con respaldo en Ferraz, están entre quienes podrían postularse: Caballero y García.

El alcalde de Burjassot trató de disputar el liderazgo a Puig y aunque no lo logró, para sus afines el 42% de votos obtenido es un resultado en nada despreciable. El sector de Ábalos podría apretar para que, en caso de dar los números, sea aupado a la diputación. Caballero, jefa del partido en la provincia, sería en principio, la candidata natural, pero estratégicamente quizás su destino sea seguir en las Corts. El escenario está abierto y todo el mundo, tanto en el PP como el PSPV, piensa en el día de después. Si Ximo Puig revalida la presidencia de la Generalitat, el margen de movimiento en el PSPV será mínimo. Ahora bien una eventual pérdida del poder, aboca a los socialistas a abrir el melón de la sucesión. En este escenario, parece que hay pocas dudas de que Puig no será el jefe de la oposición. Y quizás en esta clave está también el interés del alcalde de Mislata de aspirar a un escaño en Corts.

Según algunas fuentes, Bielsa habría pedido ir en la lista autonómica. Con los nuevos estatutos, la compatibilidad de dos cargos es complicada. El nombre de Bielsa ya sonó para presidir la diputación hace cuatro años. Cabe apuntar que Bielsa tendría el respaldo de la dirección socialista, así como la autoridad moral de una alcaldía (en caso de repetir éxito) con mayoría absoluta en un gran municipio. Gaspar, en el caso de aspirar a seguir, carece de apoyos, aunque como le ocurrió hace cinco meses podría ser la solución de urgencia.

En el PP valenciano, la elección tampoco será pacífica, aunque como en el caso del PSPV, la crudeza dependerá del resultado electoral y de la fortaleza frente a Madrid del líder o lideresa. Juan Ramón Adsuara se perfila como el candidato de consenso. Afín a Casado, pero también a Bonig, el alcalde de Alfafar y actual diputado provincial tendría el visto bueno de ambas partes. Ahora bien, la portavoz popular , Maria Carmen Contelles, aspira también a un cargo. Su guerra con el expresidente provincial, Vicente Betoret, que sigue aspirando a liderar el PP en la provincia, le puede pasar factura. Está marcada también por su papel en las primarias en contra de la candidatura de Casado. A su favor tiene el apoyo total de Bonig.

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