El 10 de agosto, À Punt hizo una presentación oficial de «Tot», la cabecera que acogería «Tot Esport» y «Tot Fútbol», dos espacios dedicados al deporte y producidos por Valencia Imagina TV (VITV), una filial de Mediapro con quien se firmó un contrato de 2,7 millones de euros: 90 programas, de 90 y 80 minutos cada uno, desde agosto a junio, y un elenco de presentadores, colaboradores y tertulianos que daba pie a pensar que sería el «programa estrella» de la radiotelevisión.

Cinco meses después, Tot Fútbol no encuentra un espacio fijo en la parrilla televisiva y Tot Esport fue suspendido en noviembre. El magacín futbolístico se emplaza cada semana en una franja horaria diferente. De casi 30 programas emitidos, 16 de ellos no han repetido horario.

Las explicaciones que la radiotelevisión ofrece a los trabajadores de la productora aluden a el bajo índice de audiencia. El pico máximo se obtuvo en el programa especial tras el partido de Champions League entre el Valencia C.F. y el Young Boys: un 1,8 de share que contrasta con el dato más bajo obtenido, un 0,1%. Los profesionales de la productora, sin embargo, lamentan que la audiencia «no pueda fidelizarse» sin un horario fijo, lo que hace muy complejo «obtener buenos datos».

Lo cierto es que desde À Punt aseguraron que los cambios se producen por «encontrar el mejor horario para el programa». Afirmaron que los movimientos siempre son «en colaboración con la productora», una sensación que no comparten los trabajadores. En lo concerniente a Tot Esport, fue cancelado en noviembre sin previo aviso.

El magacín que abordaba todo tipo de disciplinas deportivas se canceló sin explicaciones. Aún así, la cadena encargó un programa especial resumen del año para el día 30 de diciembre que fue cortado a los 14 minutos de emisión por solaparse con el informativo. Por su lado, À Punt no confirma que Tot Esport haya sido cancelado sino que «se busca adaptar los dos programas de la mejor forma posible».

Fuentes de la productora también sospechan que el programa no sea de gusto de la dirección televisiva y que haya sido «impuesto» tras el acuerdo extrajudicial que alcanzaron Mediapro y los liquidadores de la antigua Canal 9, por el que la empresa perdonó a RTVV 27 millones de euros por derechos audiovisuales.

Los trabajadores, sin embargo, lamentan que estén trabajando en un «producto de calidad» que está siendo «maltratado». Las fuentes de À Punt, sin embargo, señalaron la buena relación con la productora con la que se negocia todo y no tienen constancia de que haya molestias. «Al revés, la colaboración es fluida».