Las chicas juegan casi por igual a los videojuegos que los chicos. Así lo refleja el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos de 2017, que señala que a nivel nacional el 44 % de los jugadores son mujeres por un 56 % de hombres -la cifra femenina aumenta un 3 % en el caso de la Comunitat Valenciana-. Sin embargo, la participación de las mujeres en el sector es mucho menor. Según el mismo estudio, solo el 17 % de los trabajadores del sector son mujeres en España. La cifra no difiere mucho en Francia (15 %) ni en Suecia (19 %). Es uno de los principales desafíos a los que hizo mención el Consell Valencià de Cultura en su reciente Informe sobre la Industria de los Videojuegos: aumentar la participación de la mujer en el sector.
«Creo que existe una profunda desinformación o desconocimiento relativo a las artes digitales y sus salidas profesionales, lo cual en muchas ocasiones lleva a muchas personas, no sólo a mujeres, con talento artístico y capacidades técnicas a descartar estas profesiones», señala Diana Rodríguez, una de esas mujeres que sí que trabaja en el sector, y que lo hace como un referente, como directora de producción de los proyectos de videojuegos de la Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT). Rodríguez se formó en el Instituto de Diseño de Caracas, en Venezuela, y el devenir de su carrera la llevó desde la industria de la animación a la de los videojuegos. «Fue un paso natural y un reto tremendamente enriquecedor», asegura.
¿Qué se puede hacer para atraer a un mayor número de mujeres al sector? «Creo que lo primero que hay que hacer es informar. Hace falta dar a conocer estas carreras, poner en valor las salidas profesionales que existen y, sobre todo, animar a todas las niñas a formar parte de esta industria», reclama Rodríguez, que incide en que esa labor «debería ocurrir desde casa, el colegio, las actividades extraescolares...».
«Sinceramente, creo que si alimentamos las inquietudes profesionales, el talento de las niñas y sus intereses, conseguiremos que exista una mayor presencia femenina no sólo en la industria del videojuego, sino en muchas otras profesiones consideradas tradicionalmente masculinas. Creo que desde casa hay que educar para la igualdad y la responsabilidad, desde la diversidad y el respeto, para que como individuos entendamos que no existen diferencias por nuestra condición de gébero. Cuando lo entendamos como individuos, la sociedad habrá cambiado», añade.
Rodríguez no solo trabaja en el sector del videojuego, sino que además ocupa un cargo de responsabilidad en su empresa, y, según asegura, jamás le ha supuesto un problema: «En todos los años que llevo trabajando en la industria ha causado más sorpresa mi edad que mi género. Sé que no puedo generalizar lo basado en mi experiencia, pero me gustaría creer que cada vez será más común que las mujeres ocupemos cargos de responsabilidad sin que ello resulte una excepción a la norma. Quiero creer que tendemos a la verdadera igualdad».
En este sentido, Rodríguez lo tiene claro: las niñas y adolescentes deben perseverar para conseguir dedicarse a aquello que más les gusta, y los videojuegos son una opción más que no debe estar más lejos de su alcance que otras. ¿Qué le diría a una niña o una adolescente que empiece a sentirse atraída por el sector del videojuego de cara al futuro? «Aunque suene a un tremendo tópico, le diría '¡Persigue tu sueño! Si quieres ser artista, programadora o diseñadora, ¡hazlo!' Trabaja diariamente para dedicarte a lo que amas. Hoy en día tenemos la inmensa fortuna de poder escoger a qué nos queremos dedicar y, por tanto, no deberíamos desperdiciar nuestro tiempo».
