El Sorteo Extraordinario del Niño, el segundo en premios, ventas y popularidad de los que celebra Loterías del Estado, ha vuelto a esquivar a la C. Valenciana y ha dejado apenas 1.675.000 euros. Poco botín para la tercera autonomía que más juega: cada valenciano ha invertido 20 euros.

Eran más de las 12.00 horas cuando los niños de San Ildefonso cantaban el 61.776 como el número premiado con el segundo premio, a 75.000 euros de recompensa por décimo. Una lista infinita daba los nombres de las localidades agraciadas entre las que estaban Xirivella y Manises en la provincia de València, y las localidad alicantinas de Benidorm y Benijófar.

Más suerte, sin embargo, tuvieron los dueños del bar Penya L'Aguila, de Penàguila, un municipio de l'Alcoià, que habían comprado en una visita a Barcelona cinco décimos del primer premio, el 37.142, en una administración del barrio de Gràcia. Un millón de euros en premios.

Ya en 2018 la C. Valenciana apenas recibió 825.000 euros en el primer gran sorteo del año, de los cuales 750.000 los ganó una misma familia de Benijófar. Curiosamente, el mismo estanco que vendió los diez décimos premiados en aquella ocasión, ha vuelto a vender este año uno de los décimos del segundo premio.

La familia afortunada del pasado año quiso pasarse ayer a dar la enhorabuena a la lotera, Inmaculada Giménez, e incluso dijeron saber quién había sido esta vez el afortunado «por lo que puede que otra vez les haya tocado a alguno de ellos, pero no lo sabemos con certeza», señaló Giménez, emocionada a la vez que sorprendida porque «damos mucha suerte y a ver si viene más gente a comprarnos lotería».

En Xirivella, Agustín Donate, propietario desde el año 2000 de la administración «El 7 de Oros» de esta localidad de l'Horta Sud, recordaba ayer que en el pasado sorteo de Navidad vendió un décimo premiado con el quinto premio, y que hace tres años vendió un cuarto premio de Navidad y un segundo del Niño.

«Sí, algo de experiencia tenemos», señalaba ayer a este periódico desde el local situado en el número 91 del Camí Nou de Xirivella. «Siempre que repartimos suerte en Navidad lo volvemos a hacer en El Niño», recalcó.

A día de ayer, Agustín desconocía la identidad del comprador del décimo que vendió en la máquina situada en su establecimiento ya que, según explicó,el cliente buscaba ese número concreto o la terminación, y no figuraba entre los números consignados en el despacho. También apuntó la posibilidad de que hubiese podido vender dos o tres décimos más del mismo número.

En el caso de Manises, el décimo agraciado con el segundo premio no se vendió ni en una administración de lotería como en Xirivella ni en un estanco, como en Benidorm y Benijófar. Fue en la Cafetería Aromas, situada en el número 2 de la calle Ceramista Alfonso Blat y que cuenta con su propia terminal para vender lotería.

Así lo explicaba ayer David, propietario del establecimiento, quien ha comentado que desde hace dos años venden lotería desde una máquina y que, por el momento y al igual que en los casos anteriores, desconocen quien es el afortunado. «Pero seguro que saldrá», recalcó David, quien añadió que en abril de 2017 este loca ya entregó el segundo premio del Euromillón.

Más suerte han tenido en Benidorm, en concreto en un establecimiento del barrio de Colonia Madrid situado en la esquina de la calle Alcalá con la avenida de Berniardà. Allí se vendieron por terminal seis décimos.