La Audiencia Nacional juzga a partir de mañana al considerado "cerebro" financiero del saqueo en las cuentas de la depuradora de Pinedo, Jorge Ignacio Roca Samper, que se enfrenta a cinco años de prisión por blanquear presuntamente el dinero procedente de la empresa pública de aguas Emarsa. Esta pena podría sumarse a los seis años y un día de cárcel impuestos recientemente por la Audiencia de València por su implicación en la pieza principal de este caso.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional analizará durante el jueves y el viernes la pieza separada del "caso Emarsa" sobre los trabajos ilícitos prestados por Roca Samper a la empresa valenciana dedicada al mantenimiento, explotación y conservación de la depuradora de Pinedo -donde van todas las aguas residuales de Valencia y otras ciudades y pueblos límitrofes- y el traspaso de fondos entre distintas cuentas para introducirlos en el circuito económico legal.

Por estos hechos, además, se sientan en el banquillo el empresario Vicente Gil Usedo y sus hijos Vicente y María Yolanda Gil Blay, que también se enfrentan a la misma pena de prisión. Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, estas tres personas contribuyeron a "ocultar las ganancias ilícitas obtenidas de la actividad delictiva" desarrollada por Roca.

Esta vista oral estaba prevista para el 19 de noviembre de 2018, cinco meses después de conocerse la sentencia del tribunal valenciano por el desvío de 24 millones de euros de la empresa pública que gestionó la depuradora de Pinedo; pero se tuvo que suspender ya que Roca Samper, que se encuentra en prisión preventiva por este procedimiento, no pudo ser trasladado desde el centro penitenciario por la huelga de funcionarios de prisiones.

La Fiscalía recuerda que los responsables de Emarsa, de su socia Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), y de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunidad Valenciana (Epsar) -que se constituyó en su principal fuente de financiación-, "diseñaron y ejecutaron de manera continuada un plan con la finalidad de obtener todos ellos un beneficio patrimonial ilícito a costa de los fondos de los que Emarsa disponía para el ejercicio de su actividad".

En dicho plan, "y con idéntico ánimo de lucro", participaron otras personas y sociedades contratadas por la empresa pública, "muchas veces sin que mediara expediente de contratación alguno" y mediante la elaboración de facturas falsas, "a sabiendas de que no estaban prestando servicio alguno", o si lo estaban realizando, lo hacían a un "precio muy superior al coste real", señala el escrito de acusación.

Por estas prácticas irregulares realizadas entre el 2004 y 2010, la Audiencia de Valencia condenó el pasado mes de junio a 24 personas a penas que oscilan entre los nueve meses y 12 años y medio de prisión, entre ellos el gerente de Emarsa, Esteban Cuesta, que recibió la máxima condena impuesta; el exvicepresidente del PP de la Diputación de Valencia, exalcalde de Manises y expresidente de Emarsa Enrique Crespo, que fue penado a 10 años de cárcel; y a seis años y un día a Roca Samper, que negó ser el 'cerebro' de la operación.

Para dar apariencia lícita a las ganancias que obtuvo Roca Samper de Emarsa a través de sus empresas, se sirvió de la ayuda de la familia Gil, que colaboró en la simulación de pago de servicios comerciales a través de diversos traspasos de cantidades entre cuentas bancarias, siempre según el escrito de la Fiscalía.

Para ello, Gil Usedo abrió una cuenta en la Banca Privada de Andorra en octubre de 2010, cuyo titular era una mercantil en Panamá y cuyo representantes eran éste y Ros Samper. Gil Usedo, que ya tenía otra cuenta en el banco Credit Andorra compartida con sus hijos, afirmó en el cuestionario confidencial de la entidad financiera que era "ebanista, jubilado, fabricantes de abanicos y artículos de 'souvenirs' españoles" y que tenía previsto realizar transferencias correspondientes a cobros y facturas no declaradas, describe el Ministerio Público.

El considerado 'cerebro' financiero hizo constar que era economista y asesor de Gil Usedo. En cuanto a la participación de los hijos, la Fiscalía apostilla que consistió en el "encubrimiento o enmascaramiento del origen ilícito de los fondos públicos presuntamente malversados" aparentando relaciones comerciales.

"Modus operandi"

El "modus operandi" consistió en realizar una serie de transferencias entre octubre de 2009 y abril de 2010 desde la empresa domiciliada en Malta Walnut Grove LTD a la cuenta andorrana de la empresa constituida en Belice, Hesse Darmstadt INC, ambas administradas por Roca Semper. Después estas cantidades, que ascienden a un total de 690.108,50 euros, se ingresaban a los fondos de los Gil respondiendo, supuestamente, al pago de unas relaciones comerciales.

A su vez, Walnut recibía dinero de la cuenta de PrinterGreen SL, que fue una de las mercantiles que Roca Semper utilizó para "incrementar artificiosamente" el valor de los trabajos realizados para Emarsa. Para el Ministerio Fiscal, esta empresa y otras no "tuvo medios, ni humanos, ni materiales, ni financieros, para desplegar las supuestas actividades económicas".