Las estaciones de Metrovalència vivieron ayer una nueva jornada de huelga que comportó aglomeraciones en algunos puntos de la red como ocurrió en Ángel Guimerá, donde decenas de pasajeros se vieron afectados por el retraso de la llegada de su convoy. Muchos de los usuarios presentes en esta estación, donde se unen varias líneas, denunciaban que estos paros, convocados entre las 11 y las 16 horas, comportaron un retraso en sus distintos quehaceres. «He tardado más de una hora en llegar desde Rafelbunyol a mi trabajo», denunciaba Amparo, una de las afectadas, que reclama que estos paros deberían hacerse en fin de semana, ya que no habría tanta gente que se viese afectada.

Enzo, otro trabajador perjudicado, explicaba a Levante-EMV que sale a las 21 horas de trabajar y, debido a la huelga, no llega a casa hasta las 22.30 horas. «Esta huelga está afectándome desde que empezó, ya que llego 20 minutos tarde a la oficina y estoy un poco harto», se quejaba.

Carmen Esteve, una mujer de 70 años, destacó que no dispone de un vehículo y necesita utilizar el metro para ir al médico o para recoger a sus nietos del colegio. «En navidad o en fin de semana me parece bien que convoquen una huelga, pero llevamos dos meses con esta situación», insiste.

Esta situación se agrava más en los casos en los que los usuarios deben realizar un transbordo. Así, lo denunciaba Aitor Quevedo, estudiante y vecino de Massamagrell, que se desplaza hasta Burjassot. Sin embargo, otros usuarios señalaban que no se vieron afectados por estos parones y que el tiempo de espera no ha incrementado respecto al resto del año.

Los usuarios, los más afectados

Desde la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana destacaron ayer que han hecho un llamamiento a la Generalitat y a los sindicatos de FGV para que lleguen a un acuerdo, ya que «nos hemos dado cuenta que se han incrementado el número de quejas por parte de los usuarios». Su secretario general, Vicente Inglada, declaró que los viajeros «se sienten rehenes de la situación porque son los más perjudicados y, por ello, reclaman un servicio de calidad y más eficiente».

Sin embargo, desde la Unión se solidarizan con los trabajadores y sindicatos, aunque piden que «se llegue a una solución o que se mejoren los servicios mínimos». Ante esta situación, muchos de los usuarios optaron por el transporte privado, ya que están teniendo problemas para llegar a sus trabajos por el retraso y, por otra parte, existe una saturación de personas en los vagones. «El hecho de elegir el transporte privado se contradice con los planes de movilidad que se impulsan desde las instituciones y no se trata de una solución sostenible», denuncia Inglada.

Por su parte, el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Moner, también recalcó que han recibido quejas como consecuencia de la situación que se produjo el lunes en algunas líneas de metro, ya que «hubo muchas aglomeraciones y se prolongó el tiempo de espera por parte de los usuarios». Por eso, la asociación pide a las administraciones, empresas y trabajadores que busquen soluciones y «solo utilicen la huelga como último recurso porque los más afectados terminan siendo los usuarios».