Los hospitales valencianos están empezando a tener problemas para atender en tiempo y forma a todas las personas que se acercan a urgencias o que necesitan ser ingresadas y eso que la gripe, en tasas todavía preepidémicas, no ha hecho todavía su gran aparición. Pese a que el inicio de semana fue tranquilo, en grandes hospitales como el Clínico de Valencia se empezaron ayer a registrar los primeros colapsos.

Según confirmaron fuentes del sindicato de enfermería Satse, a primera hora de la tarde ya había hasta 10 camas «aparcadas» en los pasillos de Urgencias del Clínico ya que la alta presión asistencial en la unidad había llenado tanto las 22 camas que hay para Observación como las 8 que hay en la unidad de preingreso, que se habilita ex profeso como «paso intermedio» para aquellas personas que deben ser ingresadas pero que deben esperar a tener una habitación.

Ambos espacios estaban completos por la tarde: «La sala de preingreso está llena con 8 personas esperando habitación, así como la unidad de observación con 22 camas, de los que 9 pacientes están también pendientes de subir a planta», añadieron las mismas fuentes sindicales.

Por la mañana ya se había tenido que recurrir a dejar a enfermos a la espera en los pasillos hasta que se liberaran habitaciones tras dar altas. Con todo, desde el hospital todavía no se ha recurrido a otras medidas como habilitar camas C (poner a tres pacientes en una misma habitación) o reconvertir espacios para evitar, precisamente, la imagen de esas camas en los pasillos.

La presión asistencial en urgencias a media tarde no auguraba una noche fácil en el centro en el que se registraba una espera «de noventa minutos», según las mismas fuentes, solo para ser valorado por la unidad de triaje, que decide el nivel de urgencia para ser atendido.

El Clínico no era ayer, sin embargo, el único hospital en registrar dificultades. El centro de la Ribera tenía a primera hoy de la mañana de ayer más de una veintena de pacientes esperando a ser ingresados, según datos de Satse.

En el Hospital La Fe para acoger a todos los pacientes en espera y, a mediodía, aún «había dos personas a la espera de que se diera algún alta» para conseguir habitación, según las mismas fuentes.

Y llega el frío

La situación de los centros preocupa a los profesionales, sobre todo, porque el colapso es consecuencia del aumento de casos de infecciones respiratorias y descompensaciones en pacientes mayores y crónicos por el frío pero la epidemia de gripe aún está por llegar. La fuerte bajada de temperaturas prevista a partir de hoy no hará más que complicar la situación.

Precisamente la gripe se ha mantenido durante la primera semana del año en registros muy bajos (una tasa de 21 casos por 100.000 habitantes) como consecuencia directa de los días de vacaciones y la inexistencia de clases de los pequeños aunque la vuelta a las aulas de esta semana puede servir como catalizador para que los casos se disparen, como ya sucedió el año pasado.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, aseguró ayer a propósito de la llegada de la gripe y de los problemas de colapso en los hospitales que «este mes» se pondrían en marcha las contrataciones de refuerzo «para estar preparados cuando llegue la gripe».

Por otra parte, la consellera aseguró que el índice de vacunación contra el virus era «muy superior a otros años» y había crecido también entre los profesionales sanitarios. «Estamos muy satisfechos de cómo va el ritmo de la vacunación», aseguró.