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Entrevista

Antonio Soler: "La única vía para que nos tomen en serio en FGV son los paros"

El presidente del comité de empresa de FGV pide "voluntad política" para cerrar un conflicto con tanta afectación ciudadana

Antonio Soler: "La única vía para que nos tomen en serio en FGV son los paros"

Los sindicatos de FGV insisten en que no darán marcha atrás con los paros si no se atienden sus reclamaciones salariales, y defienden que el colapso del pasado lunes fue por falta de información de la empresa.

La consellera María José Salvador parecía muy taxativa cuando dijo hace unos días que la subida salarial del 10% que los sindicatos reclaman no es posible por la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Lo que pedimos es factible, nada ilegal por supuesto. Había una deuda contraída y un compromiso con los trabajadores de la anterior dirección. Nosotros estamos abiertos a estudiar los tiempos, pero solo pedimos la recuperación salarial de ese 10 % para los trabajadores, porque nuestros derechos fueron recortados seriamente. Parte de los trabajadores de la administración los han recuperado, pero en Ferrocarrils no.

Tras la reunión con el subsecretario de la Conselleria de Vivienda y Vertebración del Territorio, Francesc Signes, ¿qué escenario contemplan?

La impresión que tenemos es que hay una pequeña puerta abierta, porque nos dijeron que van a estudiar con Hacienda posibles soluciones. Los paros están programados hasta el 29 de enero, y aún hemos de valorar si se prolongan en febrero.

El ciudadano, al final, tiene la sensación de que siempre es el más perjudicado. Por una parte la administración intenta que se reduzca el uso del vehículo particular, pero el transporte público está lejos de lo que ofrecen ciudades como Barcelona, Madrid o Bilbao.

La falta de aportación por parte del Estado es un lastre, pero la situación es la que es desde 2003/2004, cuando el gobierno cortó su aportación económica. Si no hay inyección de dinero todo es muy complicado. Todo ese adelgazamiento de la plantilla, y esa situación tan delicada que quedó tras el ERE, repercutió seriamente en el servicio diario.

Ustedes defienden una mejora de sus condiciones laborales, algo que siempre beneficiará al usuario, pero sus huelgas tienen una afectación muy importante para miles de personas.

Hay que reconocer que los paros del 7 y el 8 de enero provocaron bastante desbarajuste, pero es algo achacable a la empresa por falta de información a los usuarios. Los paros estaban previstos desde hace mucho tiempo, no fue algo que se hiciera por sorpresa, pero insisto en que la empresa no facilitó la información que debía. Llevan más de un año en la búsqueda de una solución y evitar el conflicto. Habíamos avisado a la gerencia, pero lamentablemente los silencios y las manifestaciones que nos llegan solo invitan a la desconfianza. La única vía para que nos tomen en serio y llamar la atención son los paros, aunque sabemos que afectan al ciudadano.

Cada dos por tres hay conflictos laborales en FGV. ¿Qué ocurre en esta empresa pública?

Que efectivamente somos una empresa del sector público, pero con una especificidad en cuanto a que cada día hay que ofrecer un servicio de transporte. Si se reduce la plantilla, si no se cubren las bajas hasta siete meses después como ocurrió durante año y medio entre 2015 y 2017, eso implica trabajar sin descanso para dar los servicios. Siendo la empresa más grande de la administración, y la que se dedica a transportar viajeros, no entendemos que no se tenga otro trato. Es un tema de voluntad política, no sé por qué hay tanta reticencia.

¿Cuánto personal calculan los sindicatos que hace falta incorporar a FGV?

Unas cien personas son necesarias para dar un servicio mínimo de calidad.

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