Cuando la familia del pequeño se dirigió a la ambulancia de la feria para que lo trasladaran al hospital, los efectivos que se encontraban en el lugar les dijeron que «no arrancaba». La versión de la empresa que gestiona estos vehículos sanitarios alega que «tuvieron problemas con las llaves y que no podían acceder al coche». Lo cierto es que finalmente fue la familia del menor quien tuvo que coger su coche particular para llegar hasta el Hospital General de Alicante.