Un día después de haber presentado el proyecto presupuestario del PSOE, las reacciones políticas siguen siendo un goteo. Los populares, a través de la portavoz adjunta del grupo popular en el Congreso, Belén Hoyo, y el senador valenciano Pedro Agramunt, calificaron el documento de «marketing político» y de «tomadura de pelo» que solo sirve para que el presidente Sánchez «se mantenga en el poder» y «financiar la campaña electoral del PSOE».

Todo ello, defiende el PP, agravado por una subida de impuestos a los valencianos de 300 euros y sin modificar el sistema de financiación autonómica.

Son «una inmensa trampa y un embuste», dijo Agramunt, y Hoyos añadió que solo podían ser aprobados con el apoyo de «separatistas, batasunos y Podemos».

Menos crítica fue la valoración de EUPV al proyecto de Pedro Sánchez que en términos generales calificó de «positivo» aunque, eso sí, «insuficiente».

Sin embargo, la dirigente Rosa Pérez Garijo sí que reprendió la actitud de los socialistas, a quienes pidió «menos triunfalismos y más esfuerzos» para dejar de ser «un territorio de segunda división».

Además, tal como ha hecho Compromís, Pérez Garijo también se centró en la baja inversión que ha recibido la provincia de Alicante y la formación lamenta que tanto el ministro Ábalos como los socialistas «se hayan lanzado a alabar la propuesta cuando muestra un claro desequilibrio hacia las comarcas del sur».

Por su parte, la Confederació d'Associacions de Veïns i Consumidors de la C. Valenciana calificó de «positivo» el incremento de inversión en sanidad, educación, atención social y el fomento del asociacionismo.

Aún así, para su presidente, Juan Antonio Caballero, no ocultan su preocupación por la financiación y consideran necesaria «una mayor inversión para mejorar el sistema productivo valenciano». Caballero explicó que según las estadísticas «estamos por debajo de la media nacional en indicadores de producción, salarios y pensiones».