La Agencia Tributaria Valenciana ya está más cerca de ser una realidad que una promesa del Botànic. Pese a las dificultades con las que la conselleria de Hacienda que dirige Vicent Soler se ha encontrado a lo largo del último año, ayer el Consell aprobó el estatuto que sentará las bases de la modernización de la administración tributaria a dos meses de las elecciones.

La vicepresidenta Mónica Oltra explicó en rueda de prensa que la futura agencia recaudará lo tributos «propios», es decir, aquellos de titularidad autonómica y los «cedidos», de ámbito estatal. Oltra no determinó una fecha para su puesta en marcha de manera oficial pero espera «lo antes posible», ya que ha sufrido retrasos debido a los desencuentros con Función Pública y las dudas con Intervención y Abogacía de la Generalitat.

Una vez salvados todos los obstáculos, el objetivo es que la Agencia Tributaria Valenciana pueda alcanzar la autonomía e independencia que le permitan asumir funciones tributarias hasta ahora delegadas en otras administraciones y que no podía realizar de forma directa la administración autonómica. Además, podrá también asumirse la recaudación ejecutiva de los entes municipales y se reforzará la inspección para luchar contra el fraude fiscal.

Como adelantó Levante-EMV, la agencia contará con cinco departamentos que a su vez contarán con sus propios equipos: el departamento de gestión tributaria; el de Inspección tributaria; el de recaudación; el de informática y el de valoración. Para todo ello, el Consell destinó 31 millones de euros en los presupuestos generales para 2019.

«Una oportunidad perdida»

En rueda de prensa, la vicepresidenta también se refirió a la reforma de la Ley Electoral Valenciana que esta semana fue tumbada en las Corts con los votos en contra de PP y Cs. «Se ha perdido una oportunidad para hacer una ley moderna que se adapte a las nuevas mentalidades y a la forma de entender el mundo», dijo Oltra, cuyo partido, Compromís, fue uno de los impulsores junto a PSPV y Podemos. Una de las características principales de la norma era la bajada del listón electoral del 5 al 3 %.

La vicepresidenta recordó que la ley electoral valenciana lleva en activo 31 años, desde que se aprobara en 1987. Pese a todo, Oltra señaló que «se seguirá intentando» porque «las nuevas generaciones entienden la participación de otra manera». De hecho, aún queda una proposición no de ley que impulsó el PSPV en solitario que solo incluía la rebaja del listón electoral pero que está condenada a ser rechazada como ha sucedido con la ley, que no ha logrado el consenso.