Una familia vive de forma precaria en una vivienda propiedad de un banco. Llega el desahucio y se quedan en la calle. Las ayudas de emergencia se gestionan por un tiempo y no son eternas. ¿Y luego? La respuesta la tienen los propios afectados: «Pues lo que haces es conseguir algo de dinero y pagarle a una mafia para que te abran una puerta de patada y para dentro. Las mafias saben cuáles son las viviendas propiedad de un banco». Y así funciona el sistema. «Nadie vive así por gusto. No tenemos otra alternativa. Cuando entramos aquí la vivienda tenía cucarachas, barura y porquería por todas partes. La adecentamos y lo hicimos para vivir. Nos tirarán de aquí en febrero. ¿Y entonces? Pues haremos lo mismo hasta que haya una vivienda social para nosotros».