La Comunitat Valenciana registró durante el pasado 2018 un total de 1.299 denuncias por negligencias médicas presentadas por pacientes o familiares que consideran que la sanidad pública ha llevado a cabo malas praxis y que ello ha tenido consecuencias negativas para el afectado y, en los casos más graves, la muerte.
Según datos facilitados por la Asociación Defensor del Paciente, del total de denuncias 732 responden a casos de la provincia de València, otras 501 corresponden a Alicante y las restantes 66 a pacientes de Castelló.
Si bien estas cifras corresponden a denuncias, lo que no significa que al final se demuestre que ha habido negligencia o mala praxis por parte de la Administración o del personal que atiende la sanidad pública, de esas 1.299 reclamaciones 70 han sido formuladas por familiares de personas que fallecieron.
La mayoría de ellas apuntan a factores como intervenciones mal realizadas, altas hospitalarias precipitadas, atención deficiente, infecciones adquiridas en centros sanitarios públicos o retrasos en ambulancias que se dirigen a recoger a un herido o un paciente que requiere atención inmediata.
Entre los centros más denunciados de la Comunitat Valenciana se encuentra el hospital La Fe, el mayor del sistema público de la Generalitat y el que atiende a más pacientes, el General, ambos en València, o el de Manises. Le siguen el hospital General de Alicante y el de Elx.
Respecto a las especialidades y servicios más denunciados está Cirugía General, Traumatología, Listas de Espera, Ginecología y Urgencias.
El Defensor del Paciente ha denunciado que, en el conjunto de España, el número de negligencias ha experimentado un ligero aumento, puesto que en 2018 se registraron 14.335 casos (352 más que en 2017), de los cuales 810 fueron con resultado de muerte (29 más que en 2017). La asociación quiso dejar claro que no pretende ir «contra nada ni nadie» y que los denunciantes no buscan generalmente conseguir una indemnización, sino que lo sucedido no le vuelva a ocurrir a nadie más.
Según criticaron los responsables del Defensor del Paciente, la sanidad pública se encuentra sumida en una profunda crisis de recursos humanos: falta de especialistas médicos, precariedad laboral, huelgas, recortes y jubilaciones «que ahogan a un sistema sanitario que naufraga, desde tiempos inmemoriales, en listas de espera kilométricas y cocinadas, servicios de Urgencias colapsados y una Atención Primaria más que degradada, por dar unas pinceladas de los síntomas».
Responsabilidad sanitaria
Los abogados que colaboran con la Asociación Defensor del Paciente han indicado que las reclamaciones a consecuencia de la falta de empatía y de información no cesan y las condenas a facultativos resultan cada vez más familiares.
«En parte porque estamos ante una medicina más eficaz y eficiente y, a la vez, más agresiva. Y, por otra parte, porque el nivel cultural de los pacientes obliga a los médicos a ser más rigurosos y exquisitos, tanto en la aplicación de las técnicas como a la hora de trasladar la información».
Obtener cita en los centros de salud es uno de los puntos flacos de este sector asistencial. La asociación ha encontrado casos en los que, para poder ser atendido por un simple resfriado, el paciente ha tenido que aguardar 10 días.
