Es la segunda pata en la que Conselleria de Sanidad confía para poder rebajar las listas de espera para entrar en quirófano, disparadas en el último corte trimestral de diciembre. Pero parece que el plan de choque, la derivación de pacientes a los hospitales privados, tampoco le está solucionando la papeleta a Sanidad, precisamente, cuando más lo necesita. Y es que, según las cifras oficiales de la conselleria, el año pasado fue el que menos intervenciones se hicieron en la privada de los últimos cuatro años: 8.622, un 14 % menos que el año anterior.

La bajada llega en el peor momento: con más de 66.000 personas en las listas, 4.600 más que hace un año, una espera media de 144 días y un plan de autoconcierto (que quiere reducir estas malas cifras operando más en la pública fuera de horario) de capa caída por los cambios impuestos por la administración en noviembre y que ahora se van a modificar.

Desde la Conselleria de Sanidad justificaron ayer que este retroceso del 14 % en las operaciones realizadas en la privada se explicaba, directamente, en el afán de los pacientes por operarse en hospitales públicos ya que eran al menos «siete de cada diez», un 70 % los que se negaban a pasar por un quirófano privado cuando se les ofrecía, ir al conocido plan de choque.

Cuando un paciente entra en lista de espera para operarse de algo «no urgente» como unas varices o un juanete y pasan tres meses, la administración ofrece en gran parte de los casos derivar la operación a ciertos hospitales privados donde se espera, al menos, realizar la operación con más celeridad. El paciente puede aceptar y entrar en el plan de choque, o rechazarlo y seguir esperando.

Según Sanidad, estas negativas al 70 % y no motivos económicos como ahorrar en la partida del plan de choque explicarían la bajada de intervenciones y el que haya aumentado la bolsa de pacientes que llevan más de seis meses esperando, ya que prefieren mantenerse en el circuito público.

De hecho, desde la conselleria argumentan que, este año 2018 que acaba de terminar han sido «más» las derivaciones (es decir, los pacientes a los que se les ha ofrecido) pero, paradójicamente, muchos menos los que han aceptado.

Pese a la negativa de pacientes y a que la conselleria se había marcado como objetivo prescindir de este plan, la sanidad valenciana sigue necesitando de este desahogo en los hospitales privados. Las operaciones realizadas en la pública en horario de tarde, no han parado de crecer desde 2015 (salvo la bajada registrada en 2018 por el plante de parte de los profesionales). Aún así, las listas de espera siguen creciendo.

9 millones consignados

La conselleria quiere enmendar el tropezón que tuvo en noviembre cambiando las reglas del juego del plan de autoconcierto con un nuevo programa en el que, tras hablar con los principales implicados, se ha aumentado la retribución por intervención realizada y se va a permitir volver al antiguo sistema de pago por horas y no por operación hecha. Para este 2019 la conselleria ha consignado ya una partida de 9 millones de euros aunque en la presentación de los presupuestos se prometieron hasta 16. Según Sanidad, la partida aprobada se irá «suplementando» según sea necesario.

Además, vuelve a haber otros 11 millones para el plan de choque.