Ya casi no quedan vínculos afectivos entre Podemos y Podemos Compromís. El distanciamiento entre ambas formaciones es notorio. El ninguneo de la coalición valencianista a formar una alianza autonómica, pese a los reiterados intentos de la formación morada, o el rechazo a ir juntos a las elecciones europeas, donde Compromís prefiere a partidos de corte autonomista como Més Mallorca, Nueva Canarias, Chunta Aragonesista o en Marea, antes que a la formación que lidera Pablo Iglesias acreditan ese distanciamiento.
En el Congreso ya hace tiempo que cada uno va a la suya. Ayer mismo, Compromís votó a favor del decreto del Gobierno sobre vivienda y alquileres frente al rechazo de Podemos. El domingo, cargos de un partido y del otro anunciaron medidas en las que rivalizaban por defender la amenazada citricultura valenciana.
Además, la lideresa de Compromís, Mónica Oltra, acaba de tomar posición en el conflicto interno entre la dirección de Iglesias y su exnúmero dos, Íñigo Errejón, al que avala en su tesis de ampliar el espacio político a través de su alianza con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Oltra añadió en una entrevista en la Cadena Ser que los hiperliderazgos (como el de Iglesias) no son buenos para los partidos. Con todo, la vicepresidenta del Consell también lanzó una crítica a Errejón al asegurar que decisiones como la suya no pueden tomarse de forma unipersonal.
Todo ello confirma el desapego de la formación valencianista hacia un Pablo Iglesias en horas bajas. Precisamente en su última visita a València, el líder de Podemos tuvo como anfitriones en sendas reuniones al presidente, Ximo Puig, y al líder autonómico de su partido, Antonio Estañ, pero ya no hubo encuentro con Oltra.
La relación entre Podemos y Compromís tuvo su momento álgido hace poco más de tres años (diciembre de 2015) cuando ambos partidos llenaron hasta los topes el pabellón de la fuente de San Luis ante un público enfervorizado camino de las generales del 20 de diciembre de aquel año. Pero esa atracción se fue desinchando.
Aquella coalición (És el Moment) logró 673.000 votos, el 25 %, y Compromís aterrizó en el Congreso subido a la ola del apoyo ciudadano que entonces suscitaba la formación de Pablo Iglesias.
Pero seis meses después y con la suma de EUPV (A la valenciana) logró 13.000 votos menos. Después vino la ruptura en el Congreso, con Compromís en el grupo mixto y alejado de Unidos Podemos. Aunque socios en las Corts y en el Pacte del Botànic fuentes de Compromís confirman que en la actualidad no hay relación orgánica ni de trabajo en la Cámara Baja.
Además, la crisis interna que vive Podemos, sus bajas expectativas electorales que hacen peligrar el Botànic o el atasco en la confluencia con EU que aún merma más sus posibilidades tampoco ayuda a aumentar la confianza.
Aún así, Oltra no cierra la puerta a Podemos porque si ambos partidos suman más que el PSPV tras las elecciones de mayo puede estar en juego la presidencia.
