Lejos de aplacarse, la presión de Compromís al PSPV va en aumento. La semana pasada, la coalición puso en aprietos por primera vez al presidente, Ximo Puig, al replicarle en las Corts una intervención, algo inédito esta legislatura y que molestó en las filas socialistas.

Desde hace semanas, Compromís ha elevado sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez, que aumentaron con la negativa del también líder socialista a abordar la reforma de la financiación esta legislatura y volvieron a repetirse con los presupuestos del Estado, que todos los pesos pesados de Compromís han criticado y que la coalición utiliza como munición contra los socialistas.

En esa línea de presión, Compromís planteó ayer en las Corts para su votación en el próximo pleno una iniciativa sobre la necesidad de activar la cláusula de salvaguarda para proteger la producción citrícola valenciana.

La iniciativa exige al Gobierno que solicite a la Comisión Europea la aplicación de esa cláusula de salvaguarda a los cítricos valencianos, al menos este año, y que la retirada de la producción por saturación se compense según las pérdidas.

Sin embargo, el portavoz socialista, Manolo Mata, ya avanzó ayer que esa iniciativa deberá reconducirse porque la activación de la cláusula no es sencilla ya que requiere una prolija documentación y pruebas abrumadoras. Mata puso de manifiesto el malestar de los socialistas con su socio en el Consell a poco más de cien días de las elecciones autonómicas. El portavoz admitió que la actitud de Compromís en la última sesión de control al presidente hizo daño y añadió que a su partido le gustaría que no se repitiera en los próximos plenos. La próxima semana hay de nuevo pleno en las Corts y está por ver si el enfrentamiento entre ambos partidos sigue a apenas dos meses de la disolución de las Corts prevista para finales de marzo.

Los socialistas consideran que la relación entre los socios del Consell tiene que estar ordenada porque lo importante es que los tres partidos firmantes del Botànic no se hagan daño, una frase que el propio Mata ya ha usado en varias ocasiones y que parece compartir la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que el jueves aseguró que lo que los ciudadanos nunca perdonan a la izquierda es la bronca interna.

El último rifirrafe entre los socios ha llegado también a cuenta de los «bous al carrer» tras un encuentro de la vicepresidenta para desbloquear el decreto que regulará las escuelas taurinas, algo que ha molestado en las filas socialistas porque es competencia de la dirección general de Emergencias y no fue advertida. No obstante, fuentes de la vicepresidencia aseguran que se reunieron con el colectivo a petición suya y ponen en valor que se ha desbloqueado la situación.

No es la única bronca reciente porque ya ocurrió con el retraso en el decreto de Bomberos, ligado al conflicto del Ivass.

Hasta el momento en proposiciones de ley en las Corts, Compromís y el PSPV han votado separados dos veces, sobre la V-21 y el tratado de Canadá. Preguntado Mata en las Corts sobre si ha hablado con Compromís para que no se reproduzca esa situación en los próximos plenos, el portavoz respondió que no lo ha hecho.