La gripe suele manifestarse en los niños con fiebre elevada, cercana a los 40 grados, dolor de cabeza y corporal, en forma de mialgias, falta de apetito, dolor de garganta, tos y escalofríos. «Es una enfermedad muy contagiosa que, por lo general, se traspasa a través del aire debido a la tos y los estornudos, de ahí que los niños sean los más vulnerables pues en ellos las vías de contagio son más difíciles de evitar», comenta la doctora Garcés.