Llegan los 90. Los conductores que cojan sus vehículos a partir de mañana van a tener que circular por las carreteras convencionales a una velocidad genérica de 90 kilómetros por hora, frente a los cien de hasta hoy. La Dirección General de Tráfico (DGT) pretende con esta medida disminuir la siniestralidad en estas vías.

Según la DGT, una carretera convencional es aquella que no reúne las características propias de las autopistas, autovías y vías para automóviles, esto es, la que tiene un carril por sentido sin separación física entre ellos.

Una de las vías más significativas afectadas por esta medida es la N-332, que va desde Pilar de la Horadada hasta València por la costa y la N-340 que atraviesa numerosos municipios valencianos. También las carreteras que dependen de la diputación se ven afectadas. El cambio en las señales de tráfico se está llevando a cabo en la última semana y hoy mismo se efectúa en las últimas antes de que la prohibición entre en vigor en estas vías.

La modificación supone la desaparición de los diferentes límites de velocidad genéricos establecidos (90 y 100 km/h para turismos y motocicletas, en función de si la vía disponía o no de metro y medio de arcén practicable) reduciéndolo a una limitación general de 90.

Además, se uniformiza la velocidad de los camiones en carreteras a 80 km/h, límite común en la gran mayoría de los países de la UE. En el caso de los autobuses, la limitación genérica es de 90. Los límites de velocidad que ahora se modifican se fijaron a principio de los años 80 del siglo pasado, cuando la red viaria española no tenía casi kilómetros de vías de alta capacidad, situación completamente distinta a la actual.

La DGT apuesta por concienciar a los ciudadanos de que una menor velocidad implica una menor lesividad en caso de accidentes, más en unas carreteras, las convencionales, donde la velocidad está detrás de un número importante de las salidas de la vía que es el accidente más frecuente que se produce en estas.