Más plantilla para poder asumir el trabajo en las Urgencias del Hospital de La Fe de València y no solo refuerzos para cuando llega la gripe porque la enfermedad no es la responsable de la saturación que lleva sufriendo el servicio desde hace meses. Es la petición que han elevado los trabajadores de las Urgencias de La Fe a la gerente, Mónica Almiñana, a través de un escrito en el que ponen de manifiesto la sobrecarga de trabajo que sufre de forma habitual el servicio y que se ha incrementado durante el último trimestre del año.

En una carta presentada a principos de diciembre y suscrita por más de 100 personas, los trabajadores piden aumentar la plantilla hasta en 22 trabajadores más (entre médicos, personal auxiliar, celadores y de enfermería) ya que entienden que existe una «sobrecarga» crónica que impide ofrecer una atención adecuada.

Según la queja a la que ha tenido acceso este diario, el personal de Urgencias no achaca esta saturación a la subida de los casos de infecciones respiratorias ni de gripe por la llegada del frío sino que el problema comenzó hace ya cuatro años, un tiempo después de que el hospital abriera sus puertas en el nuevo edificio de Malilla.

Más pacientes desde el traslado

A los tres años de que el hospital se trasladara desde Campanar , la Conselleria de Sanidad decidió acometer una reordenación del mapa sanitario y «trasladar» al hospital de La Fe a cerca de 82.000 personas que antes dependían del Hospital Doctor Peset.

Se trata de los pacientes de Albal, Beniparrell, Alcàsser, Silla, Catarroja y Massanassa, en el área metropolitana de Valencia. Los trabajadores entienden que al hacer esa reordenación sin aumentar plantilla comenzaron los problemas en áreas como las Urgencias.

Para dar una solución, el personal pide tener al menos 8 enfermeras y 6 auxiliares más para la zona de camas y un médico más que se haga cargo de la gente del área de sillones además de otro facultativo responsable para el triaje.

Además piden que se dote de más personal al servicio para atender a esas personas en situación de «preingreso». Se trata de personas que pasan por Urgencias pero que después tienen que esperar allí mismo durante «muchas horas» a que el hospital tenga camas libres.

En La Fe como en otros hospitales con problemas de camas en las épocas de mayor presión asistencial (el centro ha tenido ya que poner a dos pacientes en habitaciones individuales ante la falta de espacio) se han habilitado salas especiales para permitir que, al menos, estos pacientes no tengan que estar en los pasillos de las urgencias. El problema es que, en la mayoría de casos, estas salas no están suficientemente dotadas y dependen del msimo personal de Urgencias. Según el escrito, el tener allí a esos pacientes es una «sobrecarga añadida» que deja a los enfermos «hacinados». Según el escrito, esta situación es «la tónica diaria» desde octubre y, por lo tanto, no es achacable solo a enfermedades respiratorias o a la gripe.