El Estado español se encuentra ante un gran reto energético por delante para los próximos 11 años: para 2030 el 32 % de la energía consumida en suelo español deberá ser renovable. A ello se comprometieron los gobiernos de la Unión Europea en el marco de las medidas para cumplir con los Acuerdos de París en materia de lucha contra el cambio climático.

Para poder conseguirlo, según apuntó ayer en el congreso Energy Revolution el ingeniero industrial y divulgador Jorge Morales de Labra, será necesario integrar cada año 3.000 kilovatios más procedentes de energías renovables a la red eléctrica. Algo que, según él mismo recuerda, jamás se ha hecho. «Esto va a cambiar nuestro país, su economía y su empleo, y va a hacer un país mucho mejor», aventuró Morales de Labra. Es más, el objetivo del Gobierno sería incluso alcanzar los 4.000 kilovatios anuales.

A este respecto, los hay muy positivos de cara a este futuro, como la secretaria autonómica de Economía Sostenible, Blanca Marín: «Sin el petróleo somos la cuarta economía de la Unión Europea, sin el carbono nos debe ir mejor, tenemos viento y sol. Nos falta impulsar la tecnología y el conocimiento».

Por su parte, la directora general de Industria y Energía de la Generalitat, Empar Martínez, aseguró que para ello la Comunitat Valenciana cuenta con una «red robusta», y avanzó que se harán grandes inversiones, sobre las cuales agregó que «hay que analizar, planificar y ver dónde hay que optimizar la red existente». «Debemos revisar los criterios que pueden hacer que con la red existente aumente la potencia sensiblemente», aseveró.

Reclaman más agilidad

Pero también existen múltiples voces que ponen de manifiesto que existen trabas que hay que eliminar para poder avanzar hacia este objetivo. Entre ellas, según recalcaron varios ponentes como el director de Avaesen, Marcos Lacruz, o la delegada de Red Eléctrica España en la Comunitat Valenciana , Mayte Vela, las dificultades burocráticas. «Hago una llamada a agilizar las normativas y los procesos para poder llegar a tiempo a integrar 4.000 megavatios cada año a la red, que es una burrada de energía», reclamó Vela.