La reversión del área de salud de Dénia a manos públicas se hará a través de una empresa y no utilizando la figura de personal laboral a extinguir que se usó en el proceso de Alzira ya que es «inaplicable».

La postura de la Conselleria de Sanidad ya había sido trasladada a los trabajadores de Dénia pero ayer el subsecretario, Juan Ángel Poyatos, la volvió a verbalizar tras reunirse con los representantes sindicales que participaron en las protestas que los empleados protagonizaron ante las puertas de la conselleria y el Palau de la Generalitat.

Los trabajadores de Marina Salud (participada por DKV y Ribera Salud) quieren el mismo trato y garantías que los colegas subrogados de la Ribera ya que la idea de la empresa pública no les parece «adecuada». Poyatos aseguró que tras los cambios normativos esta figura era inaplicable y que se apuesta por la compra de una empresa «que se convertirá en pública», trámite que garantizará «coberturas jurídicas, legales y laborales» al millar de trabajadores laborales de la concesión.

Como ya se avanzó, Sanidad quiere presentar una oferta durante febrero y cerrar el preacuerdo en marzo. «Formalmente es una oferta de venta que nos hacen», explicó Poyatos que no dio estimaciones sobre lo que costará la transacción: la valoración se hará en función de los años que quedan de concesión o las inversiones hechas.