? Durante este fin de semana los once ciudadanos vietnamitas han desayunado, comido y cenado en un bar próximo al hostal donde se alojan, gracias a la colaboración entre los propietarios del negocio y Cáritas Diocesana. El camarero que los ha atendido estos días asegura de ellos que cada vez que les servía le sonreían y bajaban la cabeza en señal de agradecimiento. «Son muy agradecidos, se les veía contentos y no le daban asco a nada», explica Enrique. «Ponían hasta servilletas encima del mantel para no mancharlo, son muy aseados», apunta. Para desayunar tomaron tostadas con café con leche, para comer arroz caldoso con verduras salteadas y para cenar hamburguesas con patatas. Todo un manjar tras días a base de granos de arroz y agua del grifo.