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La lista de Puig: hueco para los consellers y planea dejar fuera al resto de altos cargos

El líder del PSPV apuesta por la continuidad en el grupo de las Corts y por ofrecer una alternativa segura a los ahora miembros del Consell

Puig se dirige a Manolo Mata y Alfred Boix en presencia de Oltra, ayer en las Corts. efe/Försterling

Ximo Puig ya nota la presión. La fecha prevista para las elecciones autonómicas está a la vuelta de la esquina (tres meses y once días) y cunde la incertidumbre entre cargos y diputados socialistas sobre su futuro. «Es pronto», es el mensaje que emana del Palau de la Generalitat en coherencia con la actitud del jefe del Consell. Este incide cada vez que puede en la gestión de las instituciones y se muestra molesto con cuestiones orgánicas y de listas.

No obstante, Puig no puede evadirse y ya tiene esbozado un esquema para la composición de la lista electoral socialista: continuidad es la palabra clave. Aunque no para todos. Es pura matemática: no hay espacio para tantos. Ahora son 23 diputados, las encuestas más optimistas los acercaban a treinta, pero tras la elecciones andaluzas se ha impuesto la contención. A Puig le toca fijar prioridades. Y las tiene. Son más o menos explícitas según a quién se consulte.

Los consellers por el PSPV (Vicent Soler, Ana Barceló, María José Salvador y Gabriela Bravo) tendrán espacio seguro en la lista. El presidente de la Generalitat quiere garantizarles tranquilidad futura para el fin de legislatura y evitar así que se dejen ir en este tramo final. Al contrario, les pide más actividad y mordiente en un periodo clave para decidir el voto. Así que haya mayoría o no para un Botànic II y continúen o no en un hipotético ejecutivo, siempre les quedaría un sitio en la bancada de la décima legislatura.

El criterio de continuidad favorecerá también a los diputados actuales. La intención del líder del PSPV es introducir pocos cambios, más allá de los obligados por aquellos que, como Fernando Delgado, han manifestado su voluntad de no seguir.

Los damnificados por esta línea de actuación serán los altos cargos del segundo escalón del Consell. Son «los sufridores», en definición de un afectado. Su futuro político quedará supeditado a la renovación del gobierno autonómico.

No cuentan con una comunicación oficial sobre su situación con respecto a la lista autonómica, pero conocen ya cuáles son los planes que la cúpula del partido maneja sobre ellos. Resignación es la actitud que impera en los contactados por este diario.

Lo que saben es que, por ahora, Ximo Puig no tiene intención de adelantar elecciones autonómicas, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí lo haga hoy y convoque las generales el 28 de abril. Eso dijo ayer: que no renuncia a disolver las Corts, pero que quiere evitar cualquier especulación y que «lo normal» es que las elecciones sean el 26M.

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