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Los fondos del rescate suman ya tres presupuestos completos del Consell

El Gobierno ha transferido a la Generalitat más de 65.000 millones en los últimos siete años, el grueso destinado a salvar los pagos - La inyección en la etapa del Botànic supera los 23.000 millones

La dependencia financiera de la Generalitat respecto al Estado alcanza niveles de alarma. El Consell recurrió a la respiración asistida del Gobierno central hace ahora siete años con la primera adhesión al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) en tiempos de Alberto Fabra, y desde entonces, año tras año, ha necesitado de estos mecanismos de financiación.

El problema es que los préstamos se acumulan y, en estos momentos, representan tres presupuestos consecutivos de la Generalitat, es decir, más de 58.000 millones de euros. Así se refleja en el último informe hecho público por el Ministerio de Hacienda sobre mecanismo de financiación de las administraciones territoriales.

El documento eleva a 58.404 el total de liquidez que el Gobierno central ha proporcionado a la Generalitat en el periodo 2002-2009, inyecciones que en su mayoría (más de 50.000 millones) proceden del FLA. La cifra crece hasta los 65.000 millones en la Comunitat Valenciana si también se tiene en cuenta el dinero transferido a las entidades locales valencianas. Sólo en el periodo del Botànic, la factura suma 23.000 millones.

El informe, con datos a 31 de enero de este año, evidencia hasta que punto la autonomía financiera de la Generalitat está amenazada ya que, de un lado, es un lastre cada vez mayor y, de otro, llevan aparejada una serie de restricciones en la política presupuestaria. Estar sujeto a los mecanismos extraordinarios de liquidez obliga al Consell a dar cuenta periódica y casi al detalle de sus pagos.

Los 58.000 millones de euros sitúan a la Generalitat en un nivel de dependencia cada vez más cercano al que tiene el Ejecutivo catalán, que eleva a 76.000 millones de euros la cantidad de recursos recibidos desde 2012. La tercera comunidad más asistida es la de Andalucía, pero con cantidades muy por debajo de la Comunitat Valenciana y Cataluña (37.000 millones de euros). En cuarto lugar, se sitúa Madrid, con 34.000 euros acumulados en el período entre 2012 y 2018. Tal como informó este diario, los mecanismos de financiación habilitados por el Gobierno central para que las comunidades sin liquidez, como es el caso de la Comunitat, puedan atender sus pagos, tiene una cara b.

Fiscalización de las cuentas

El Tribunal de Cuentas en su último informe de fiscalización de los fondos de financiación constata esa cara oculta por las obligaciones que generan los préstamos del Estado. En el caso de la Generalitat, subraya el «elevado porcentaje» de sus ingresos que debe dedicar desde 2018 hasta 2023 para hacer frente a las cuotas de amortización e intereses del Fondo de Liquidez. En 2018 superó el 20 % de los ingresos, de acuerdo con los datos del organismo fiscalizador, y de 2019 a 2022 se situará por encima del 25 %.

La cuestión es que ante los problemas de infrafinanciación que arrastra la Comunitat Valenciana y que no tiene visos de ser subsanados en breve, la mochila no deja de crecer. Para afrontar las obligaciones del FLA se necesitan nuevas inyecciones de este fondo. De ahí que la dependencia es cada vez mayor.

El informe sobre los mecanismos de financiación de las comunidades autónomas en el que se hace balance muestra las dificultades del Ejecutivo para ir soltando lastre ya que esta ayuda financiera es clave para poder sostener los servicios públicos fundamentales. Así, en el caso de la Comunitat Valenciana, el 70% del gasto se ha destinado a efectuar pagos relacionados con la Sanidad; el 9,8% para Educación y el 8,4% parara servicios sociales. Este informe pormenoriza en el periodo que va de 2012 a 2017 que tipo de facturas fueron atendidas con el FLA y otros fondos de Facilidad Financiera.

La mayoría de las facturas fueron para atender pagos de conciertos sanitarios, educativos, servicios sociales, farmacia, colegios de abogados, encomiendas de gestión o dependencia.

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