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Tecnología

El verdadero coste de las app gratis

El 31% de los usuarios de aplicaciones de móvil en la Comunidad Valenciana ofrece sus datos privados a empresas sin pensárselo

El verdadero coste de las app gratis

Cuando llega la hora de descargar la aplicación de turno en el móvil, factores como el tiempo y el interés cobran mucho peso. La casilla de «aceptar condiciones» se ha convertido en un trámite en el que no todo el mundo se para. En la Comunidad Valenciana, el 31% de las personas no restringen ni rechazan el acceso a sus datos personales cuando se instalan una aplicación, según los datos que arroja la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares. La confianza de los usuarios en Internet y el uso de herramientas de seguridad informática son otras de las variables que estudia la muestra.

Los teléfonos móviles son la herramienta clave de análisis del comportamiento de los usuarios. Un análisis que se puede realizar gracias a la información personal que decidimos compartir: desde nuestros contactos y llamadas hasta dónde estamos, qué comemos o cuánto dormimos. El 24,3% de personas que se descargan aplicaciones en Internet en la Comunidad se limita a aceptar los accesos a datos personales que éstas les solicitan, sin rechazar ni restringir. Otro 6,7% no sabe ni siquiera que tiene la posibilidad de hacerlo. Los resultados van en sintonía con el resto del país, donde Ceuta, Andalucía y Extremadura son los únicos rincones que superan, sumando ambas variables, el 40%.

«Son estadísticas que no me sorprenden en absoluto, la sociedad necesita una mayor capacitación, concienciación e información sobre lo que supone la protección de sus datos y lo que implica dejar las puertas abiertas a que terceros invadan su privacidad de la manera más absoluta», cuenta Esther Botella, delegada de protección de datos en la Universidad Miguel Hernández (UMH).

Ante la falsa apariencia que se nos vende de que estas aplicaciones son gratuitas o tienen un coste asumible por cualquier bolsillo, cuenta Botella, «nadie da duros a cuatro pesetas, lo que buscan las empresas es recopilar información».

«Existe una conducta 'pasota' acerca de todo esto», cuenta la delegada de protección de datos. Según la experta, la población que sí es consciente del acceso a nuestra información tiende a pensar que a nadie le va a importar sus intereses, relaciones o hobbies. Pero por el contrario, «en una sociedad como la nuestra, 'infoxicada', los datos personales se convierten en activos económicos de grandes compañías, que tratan nuestros datos, los relacionan, les dan un valor y los explotan o los venden», añade.

Un ejemplo del peso de la información que «generamos» y ofrecemos abriendo de par en par la puerta de nuestra privacidad es el caso de las condiciones legales de la app de LaLiga, a cuyos usuarios se les solicitaba el acceso al micrófono y el geoposicionamiento con el objetivo de usar los datos para la detección de fraudes en la emisión de partidos. Botella fue quien destapó el caso junto a Secuoya, un grupo de compañeros de profesión. «Los dispositivos de los aficionados se utilizaban como verdaderos espías». LaLiga conseguía de esta manera saber qué bares emitían los partidos.

Seguridad informática

La concienciación sobre privacidad en aplicaciones no es la única variable que recoge la encuesta del INE. En la Comunidad, el 20,2% de personas no utiliza ningún tipo de software o herramienta de seguridad informática en sus ordenadores. Otro 7,5% no sabe si las utiliza.

Francisco José Mora, director del Máster en Ciberseguridad de la Universidad de Alicante, alerta de la necesidad de utilizar herramientas de seguridad para no poner en riesgo «nuestros datos y sistemas y nuestra privacidad». De lo contrario, apunta, «podríamos tener consecuencias legales no deseadas».

«La Comunidad se encuentra en la media nacional de estos datos. No obstante, debemos realizar un esfuerzo de concienciación», explica el docente.

El 29,9% confía poco o nada en Internet, apunta el estudio sobre el uso de tecnologías de información. La gran mayoría, siete de cada diez personas, confía bastante o mucho en la Red. Mora señala que hay varias razones para que esto pase, «entre las que se encuentran que no somos conscientes de los riesgos existentes, que la condición humana tiende a confiar por naturaleza y que pensamos que 'nunca me va a tocar a mí'».

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