Nuevo logo, nuevo rostro y nuevo proyecto para relanzar la Agència Tributària Valenciana, un proyecto recogido en el reformado Estatuto de Autonomía de 2006, y que ha tardado trece años en ver la luz. La semilla la puso el anterior gobierno popular con la creación del Instituto Valenciano de Administración Tributaria, una denominación con la que el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, trató de esconder toda reminiscencia de una agencia tributaria autonómica que pudiera asimilarse a la que Cataluña reclabama en su camino hacia la independencia.

Para llevar las riendas de este organismo autonómo, llamado a gestionar desde la independencia funcional los tributos propios y ya sin complejos semánticos, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, que no ocultó su aspiración de una futura Agencia Tributaria Española federal, ha confiado en Sonia Díaz. Esta funcionaria de carrera está considerada en la conselleria como un auténtico cerebrito. Inspectora de Tributos de la Generalitat desde 2002, Díaz es licenciada en Economía por la Universitat de València, donde obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura y el primer puesto de su promoción.

También entró en la Generalitat por la puerta grande hace quince años al aprobar la oposición al Cuerpo de Inspectores Tributarios de la Generalitat Valenciana en la primera convocatoria y también siendo quien mejor nota obtuvo. Tras pasar por varios departamentos, Díaz ha formado parte del equipo liderado por el responsable del área tributaria, Eduardo Roca, que ha puesto las bases del nuevo organismo.

Díaz, que ha comparecido en rueda de prensa, ha presentado el nuevo organigrama de la Agència y ha asegurado que se dejar la piel para conseguir dos objetivos fundamentales: hacer más amable la administración tributaria al contribuyente y la lucha contra el fraude fiscal.

Sobre la premisa, subrayada por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, de que no habrá subida de impuestos, el Consell consciente de su infrafinanciación quiere aumentar la recaudación y que mejor que poner el foco en quienes huyen de sus obligaciones con el fisco.

Roca admitió que durante muchos años la administración se dedicó a "polemizar" con el contribuyente sobre sus declaraciones, mientras que se olvidó del defraudador. En esta legislatura ha destacado varias medidas para perseguir a los no declarantes del impuesto de patrimonio y las liquidaciones de los protocolos notariales. Estas medidas han permitido aflorar en la recaudación más de 25 millones de euros.

La nueva directora general se ha comprometido a una serie de mejoras para facilitar los trámites tributarios como es la extensión de las gestiones telemática o la cita previa.

Para mejora la eficencia en la gestión, Díaz prevé la aprobación de planes específicos y poner objetivos a la plantilla. La Agència Tributària Valenciana cuenta en la actualidad con 226 plazas ocupadas del total de las 380 recogidas en la relación de puestos de trabajo. La aspiración, confensó Ferrando, es doblar la plantilla. Tal como informó este diario, la nueva estructura implica la creación de nuevos puestos de jefatura y la potenciación de un departamento de informática.