La meteorología no es una ciencia exacta, dependiendo de las condiciones meteorológicas de inicio puede cambiar la evolución del estado de la atmósfera en los próximos días. Como es imposible de simular exactamente las condiciones meteorológicas de inicio ya que no hay datos meteorológicos de muchos lugares geográficos, la incertidumbre aumenta. Sin embargo, los modelos numéricos en las dos últimas décadas han asimilado los datos meteorológicos proporcionados por los satélites y la incertidumbre ha disminuido mucho. Lo mismo ocurre con los pronósticos del clima a largo plazo, las investigaciones del clima pasado y las mejoras en la computación de los modelos climáticos permiten que en el futuro disminuya la incertidumbre del pronóstico de temperaturas y precipitaciones. Así, a pesar de que en el año 2018 hemos tenido un mínimo de radiación solar, la temperatura media global del año ha sido la 4ª más elevada desde 1860. El incremento térmico experimentado en los polos y la expansión térmica de los océanos por la subida térmica global provocará dentro de pocas décadas, según los climatólogos, una subida del nivel del mar. Esta subida es peligrosa porque aumenta los riesgos climáticos, ya que mucha población mundial vive en ciudades y pueblos costeros o a pocos metros por encima del nivel del mar. Además, hay varias ciudades, islas y estados que pueden desaparecer por la subida del nivel del mar. Es evidente que los modelos pueden sobreestimar esta subida y el alcance del calentamiento global, ya que aún falta mucho para comprender exactamente los mecanismos del clima, pero debemos estar prevenidos y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo con una actitud individual y también con un cambio del modo de vida de toda la sociedad evitaremos males mayores.