La Diputación de València y la Generalitat Valenciana iniciaron ayer las negociaciones para vaciar la corporación provincial. Se trata de la primera comisión bilateral (que anunció Ximo Puig en octubre) para decidir por dónde se desarma la diputación y deja de tener «competencias impropias», como ha señalado Toni Such, director general de la Administración Local de la Generalitat. Los seis miembros que componen la comisión (tres por la diputación y tres por la Generalitat) estudian cómo realizar esas transferencias «para racionalizar competencias, evitar duplicidades y ser eficientes», ha señalado Such, quien ha reconocido que hay «incongruencias» y elementos a mejorar.

La vicepresidenta de la diputación, Maria Josep Amigó, asegura que el vaciado de la diputación pasa por seguir en la misma línea de colaboración que hasta ahora se ha realizado con programas como Xarxa Llibres en Educación, o el Fondo de Cooperación para los municipios. Consideran que Sanidad y Educación son las áreas que más peso deben quitarse en favor de la Generalitat y creen que se están dando pasos.