La oposición al tripartito del Botànic volvió a coincidir ayer al celebrar el adelanto electoral. «Cuanto antes, mejor», respondieron la popular Isabel Bonig y el virtual candidato por Ciudadanos, Toni Cantó, preguntados por el posible adelanto electoral que podría convocar el president Ximo Puig.

Para Bonig, el adelanto demuestra la debilidad del Gobierno valenciano en una legislatura que considera agotada. Lo mismo para Puig: la lideresa ironizó con que el president tenga que pedir permiso a Pedro Sánchez para convocar las elecciones en una reunión que podría producirse el lunes en Madrid. Bonig también se refirió al enfrentamiento entre los socios y vio una advertencia «clarísima» en la negativa de Mónica Oltra al adelanto.

Toni Cantó esgrimió el argumento catalanista para referirse a las posibles elecciones del 28 de abril. Aseguró que los valencianos están «hartos» del tripartito «pancatalanista» formado por el «Partido Socialista Catalán a la valenciana, Compromís como Esquerra Republicana» y Podemos, «los palanganeros de los nacionalistas». Para Cantó, la coincidencia de elecciones autonómicas y generales «estaría bien porque sería un ahorro para los valencianos», dijo.

Mientras, en el Palau, Oltra se refirió a las elecciones estatales donde espera que se forme un gobierno como el del Botànic y se puedan acometer los objetivos que han quedado en el tintero en esta legislatura. Aún así, la convocatoria no ha generado decepción porque el Botànic es un gobierno caracterizado por el «optimismo vital, con una gestión del realismo estajanovista».