Las organizaciones Defender a Quien Defiende y Calala han plasmado en un informe el fenómeno de la represión ejercida por el Estado sobre la mujer. En 'Represión y género', que se presentó ayer en el marco de las actividades que la Asamblea Feminista del 8M ha organizado para esta semana, se explica cómo el «poder punitivo y el poder patriarcal se cohesionan con tal de mantener el orden social imperante». Según las autoras, ambos poderes persiguen el control, el orden y la subordinación. Primero, de los hombres, «que a la vez garantiza el sometimiento al rol asignado a las mujeres». Además, en el tercer bloque se repasa la historia del movimiento feminista en España desde la década de los 60 hasta la actualidad, y se habla de otras instituciones que consideran que criminalizan al activismo feminista, como las instituciones religiosas. Señalan que este tipo de organismos «en no pocas ocasiones actúan como grupos de presión para conseguir una respuesta estatal restrictiva sobre los derechos de las mujeres».