El posible adelanto electoral que baraja el president de la Generalitat, Ximo Puig, y que en los últimos días ha tomado fuerza, ha generado reacciones no solo entre los dos partidos que forman el gobierno autonómico, con posturas muy dispares al respecto, sino también en la oposición, que ve con buenos ojos que el 28 de abril se vote tanto para las Corts como para el Congreso de los Diputados.

Uno de los que ayer se pronunció fue el portavoz del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, que se sumó a los partidarios del adelanto electoral. En un mensaje a través de la red social Twitter, González Pons se mostró convencido de que «aprovechar la oportunidad para anticipar elecciones valencianas y singularizarlas ya para siempre es conseguir que se cumpla nuestra vieja aspiración de no ser relegados». El eurodiputado destacaba la oportunidad de «resultar visibles» que podría ofrecer este adelanto elctoral, como ocurre con comunidades como el País Vasco, Galicia o Andalucía. «El egoísmo es preferir seguir en el pelotón sólo por cálculo electoral», apostillaba.

González Pons se sumaba, de ese modo, a las voces que, desde la oposición al gobierno valenciano, también veían con buenos ojos el anticipo. Toni Cantó, que ayer fue ratificado como candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, está convencido de que «cuanto antes, mejor».

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, aseguró que el debate sobre un posible adelanto de las elecciones autonómicas supone una demostración de que «la fractura» que a su juicio hay en el seno del Consell, «se ha agrandado».

Para la dirigente popular, eso fue lo que se escenificó el viernes, cuando la vicepresidenta, Mónica Oltra, marcaba distancias con Puig respecto a la convocatoria de elecciones. Es algo que, añadió, «no es nuevo».

La portavoz del PP en las Corts dejó claro que ante ese escenario, la formación que preside está «absolutamente preparada». Eso sí, considera «contradictorio» que el presidente Puig «se haya pasado estos cuatro años hablando de agenda valenciana y que al final adelantara las elecciones y las hiciera coincidir con un mensaje nacional».

Para Isabel Bonig, «es una muestra» de que el presidente de la Generalitat y el PSPV-PSOE «no están pensando en los valencianos, sino en sus sillones».

Aunque la decisión no está tomada, o al menos no ha trascendido, la simple posibilidad ha servido para que la tensión se haya instalado entre los socios del gobierno del Botànic de la Generalitat.

El próximo martes, 5 de marzo, es el día límite para convocar elecciones en la C. Valenciana.