Hay paz en el socialismo antes de la fecha límite. Hoy se debe reunir la comisión provincial de listas, controlada por la secretaria general de València, Mercedes Caballero, mano derecha de José Luis Ábalos, para hacer su propuesta a la dirección de país, de Ximo Puig, pero el ambiente no será el de hostilidad que parecía reinar hace unos días. Las dos grandes sensibilidades actuales en el PSPV cerraron ayer un acuerdo (salvo flecos) que incluye la lista por València a las Corts, al Congreso de los Diputados (incluyendo el Senado) y a la ciudad de València. Fue esta última la que generó finalmente más tensión, según la información recabada por este diario.
El ambiente de unanimidad observado tras la decisión del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de adelantar las elecciones autonómicas para hacerlas coincidir con las generales (28 de abril) es el que ha prosperado.
Era lo que se pronosticaba, que la fusión de las convocatorias propiciaría más facilidades para el acuerdo, después de que inicialmente Caballero plantara cara a la cúpula del PSPV y presentara a las agrupaciones locales una lista para las Corts diferente a la de Puig.
La líder provincial reclamaba más espacio para el sector que disputó la secretaría general de país a Puig y, pese a perder, obtuvo un apoyo del 45 %.
Ábalos, secretario de Organización del PSOE, dijo en la entrevista publicada por Levante-EMV el pasado domingo que «lo normal» era que Puig fuera «el artífice» de la lista autonómica y Pedro Sánchez, de la del Congreso, aunque con «la responsabilidad» de integrar. Así sea. La dirección de Puig mantiene los primeros puestos de la lista a las Corts, con el actual síndic Manolo Mata, y los consellers Gabriela Bravo y Vicent Soler. Caballero ocupará la cuarta plaza, por delante del secretario de Organización del PSPV, José Muñoz.
No obstante, el abalismo logra tres puestos (al margen de Caballero) en lugares de salida: el nueve (anoche estaba sin cerrar del todo) y los 11 y 12, David Calvo (de Requena) y Trinidad Castelló (Torrent), respectivamente. El equipo de Puig precisaba anoche al respecto que se trata de nombres «razonables».
En la lista al Congreso, la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, número uno en 2016, será la dos ahora, detrás de Ábalos. Vicent Sarrià es la sorpresa, al dejar el Ayuntamiento de València, mientras que se confirma el salto de la diputada provincial Isabel García, afín a Ábalos y Caballero, al Congreso. Rebeca Torró, de la confianza de Jorge Rodríguez, pasa también de la lista autonómica, donde inicialmente la había situado Puig, a la de Madrid.
Uno de los damnificados es el actual diputado Ciprià Císcar, exconseller y exsecretario de Organización del PSOE con Felipe González y Joaquín Almunia. El histórico dirigente encontraría hueco en la papeleta al Senado, si bien se estaría pensando si acepta la propuesta, según fuentes de la dirección. A su lado, de aceptar, tendría a la sanchista Mercedes Berenguer, ahora diputada provincial.
