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La bandera del castellano en las aulas desata la primera bronca entre PP y Cs

Bonig da un paso más y abre las puertas a que Vox pueda entrar en un futuro Consell de derechas

La bandera del castellano en las aulas desata la primera bronca entre PP y Cs europa press/parra

Uno de los pilares de la oposición que PP y Ciudadanos han planteado al Consell del Botànic durante la legislatura ha sido el de reclamar la libertad de los padres a la hora de elegir la lengua vehicular en la educación de sus hijos.

En las Corts, ambos partidos, que podrían gobernar juntos si se produjera el 28 de abril una mayoría de derechas, ya han protagonizado alguna bronca por empuñar la bandera de una mayor presencia castellano en las aulas. Ha habido plenos en los que se ha visto dura competencia entre los dos partidos por ver cual de los dos criticaba al Botànic con más dureza.

Ayer se vivió la primera bronca preelectoral entre ambos partidos en público por esta cuestión. Ocurrió en una red social cuando el PPdefendió «la libertad educativa» en la Comunitat Valenciana y que los padres y madres puedan elegir cómo educar a sus hijos. «Y no, el valenciano no puede ser un requisito para la función pública», defendieron los populares.

La imposición lingüística del PP

Pero el candidato a la presidencia de la Generalitat por Ciudadanos, Toni Cantó, respondió que fue el PP quien empezó «la imposición lingüística y recordó que en 2002 fue este partido el que fijó la acreditación del valenciano en Primaria e incluso acusó a la exconsellera de Educación y candidata en València, María José Catalá, de extender en 2013 el requisito lingüístico a los profesores de FP y Secundaria. «De esos barros del PP, estos lodos del tripartito», escribió Cantó. Terció la portavoz de Educación de Cs, Mercedes Ventura, que se lanzó contra Català: «Tú ordenas y Marzá ejecuta, tú desarrollas la orden para despedir a los interinos que no tengan la capacitación lingüística dándoles una moratoria de cuatro años y Marzà la ejecuta».

Incluso le dice a Català: «Siempre estuvisteis a merced del nacionalismo pero me alegro que hayáis salido del lado oscuro». Català también dijo la suya: «Hazme caso mujer, los despidos en verano era una medida excepcional por la situación económica nada que ver con requisito.

Y en plena batalla con Ciudadanos, la presidenta del PP, Isabel Bonig, aseguró ayer que ella no ve ningún problema en que Vox entre en el Gobierno valenciano, un paso importante porque en Andalucía el partido de derecha radical no forma parte del gobierno.

Pero es la primera vez que Bonig habla abiertamente de un tripartito de derechas con Ciudadanos y Vox «si se negociaran y se pactaran unas políticas concretas y se llega a un acuerdo», según aseguró ayer en el programa Los desayunos de TVE, «exactamente igual que en estos años en los que Compromís ha formado parte del Gobierno valenciano».

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