La de ayer fue una jornada plenamente reividicativa en las universidades valencianas. La mañana arrancó con un «esmorzar violeta», una performance y una pegada de carteles contra la invisibilización de las mujeres. Los actos tuvieron lugar en el Jardín de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de la Universitat de València (Campus Blasco Ibáñez), jardín de la Facultat de Magisteri de la Universitat de València (Campus de Tarongers) y en el Ágora de la Universitat Politècnica de València.

En el séptimo de los #8DiesdeRevoltaFeminista la Plataforma en Defensa de la Ensenyament Públic y todas las entidades que la integran denunciaban que el sistema educativo, en todas sus etapas, es el principal espacio de socialización en el cual se produce y se reproduce el actual sistema capitalista, patriarcal y racista, muy lejos de ser un espacio donde se crece en igualdad social. «Por eso, las mujeres de la comunidad educativa del movimiento feminista reclamamos una educación pública, de calidad, a coste cero, accesible para todas, feminista, laica, antirracista y anticolonial. Y reivindicamos, entre otras demandas, una educación que haga transversal la perspectiva de género en todas las disciplinas», apuntaban.

Los colectivos feministas reclamaban también el derecho a una educación afectivosexual diversa, libre de estereotipos heteropatriarcales, la coeducación y la corresponsabilidad, una educación libre de violencias machistas y acoso sexual, tener programas específicos de educación que ataquen el racismo, contra el acoso y contra la limitación de los itinerarios de estudio a alumnas y profesoras racializadas/migrantes, así como la visibilización de las mujeres del Sur Global y sus aportaciones.