Hoy, ocho de marzo, no es un día más en el calendario. No lo es para las millones de mujeres que en todo el planeta son objeto de múltiples discriminaciones por el mero hecho de haber nacido mujeres, ni lo es para aquellas a quienes en algún lugar denigran, mutilan, golpean o asesinan. No lo es tampoco para quienes nacen con plomo en las alas, víctimas de una sociedad que, aunque legisla en igualdad, no elimina los obstáculos para que ellas, al igual que ellos, puedan desarrollarse libremente en el plano personal y profesional. No lo es para las mujeres que huyen de la homofobia o de la pobreza, para quienes aún sienten que deben esforzarse o sacrificarse más para escalar posiciones que hasta hace poco era dominio exclusivo de los hombres ni para quienes, a igual trabajo e igual esfuerzo, tienen nóminas o posiciones laborales inferiores a las de sus compañeros varones. No lo es para ellas, pero tampoco para nosotras, profesionales de los medios de comunicación, que sentimos un doble compromiso con las causas que esta tarde sacarán a la calle a miles de personas para exigir una sociedad libre de machismo y en la que hombres y mujeres puedan disfrutar de los mismos derechos y libertades. Nuestro compromiso es doble, como mujeres y trabajadoras, porque somos conscientes de lo mucho que, desde nuestra parcela, podemos contribuir a esa sociedad donde la igualdad sea más que una palabra. Creemos firmemente en el papel que los medios de comunicación y las y los periodistas pueden y deben ejercer para contribuir a diseñar un mundo libre de estereotipos de género y donde el machismo y las violencias que se ejercen sobre las mujeres no sean un opción. Somos conscientes de que lo que decimos y cómo decimos, lo que callamos o simplemente esquivamos dibuja esa ventana por la que a diario se asoman miles de personas para estar informados. Y queremos que esa ventana esté libre de prejuicios de género, de sexismo, queremos que sea inflexible ante el machismo, sin titubeos. Queremos un espacio donde las mujeres sean protagonistas, sean consultadas, escuchadas, donde puedan influir, opinar, un periodismo sin etiquetas ni encasillamientos de género. Un periodismo de calidad que requiere impregnarlo de mirada violeta no sólo en días como hoy. Sabemos que como todo, la información no es neutral a efectos de género, como tampoco lo es el periodismo. Por eso, nosotras tampoco somos neutrales ante el machismo. Nosotras, las periodistas y trabajadoras de Editorial Prensa Valenciana tomamos partido y decimos sí a la igualdad. Por eso hoy, 8 de marzo, no es un día cualquiera, y por eso las abajo firmantes estamos juntas a la hora de hacer público nuestro compromiso con el movimiento que hoy, como hace un año, dará la voz y protagonismo a miles de mujeres. Estamos con ellas. Somos ellas.

FIRMANTES:

Lydia del Canto

Susana Remohí

Gemma Martinez

Isabel Olmos

Julia Ruiz

Laura Sena

Amparo Soria

Nerea Soriano

Pilar Olaya

Sandra Urbina

Lorena Padilla

Violeta Peraita

Carla Melchor

Amparo Barbeta

Miriam Bouiali

Laura Ballester

Laura García

Marga Vázquez

Andrea Puchades

Teresa Domínguez

Laura Monsoriu

Elena Martínez

Ana Torregrosa

Hortensia García

Victoria Salinas

Susana Golf

Sara Cañada

Mónica Ros

Tamara García

Minerva Mínguez

Ruth Tomás

Bea Bonal

Mónica Arribas.

Toñi García

Sofia Ros

Maribel Maroto

Inma Sanjuán

Arantxa Ferrando

Carmen Medina

Carmen Aleixandre

Lucía Rubio

Lucía Delgado

Isabel Albarracín.

Clara Sánchez

Paloma Gómez

María Salvador

Celia Marín

Begoña Jorques

Elena del Pozo

Pepa Gómez

Marta Parra

Silvia Tomás

Esther Collado

Penélope Maestro

Nuria Llopis

Claudia Bosch

Pepa Gómez

María Querol

Pilar López

Maribel Bertomeu

Mari Carmen Gallart

Begoña del Cura

Beatriz Vera Vinuesa

Lorena Sancho Bonora

María Isabel Ortiz

Sandra Soriano

María José Guinot

Mónica Gil

Carolina López

Consuelo Cabrera