El líder del PP, Pablo Casado, invitó el miércoles a Vox a renunciar a presentarse en las provincias pequeñas para no dividir el voto de las derechas.
Es una cuestión de aritmética electoral. Las circunscripciones que reparten menos de cinco escaños al Congreso de los Diputados no tendrán representación de todos los partidos con aspiraciones y el statu quo que ha imperado hasta la fecha se romperá.
El PP es el partido que ha dominado tradicionalmente en esta España poco poblada. En Castelló, la distribución histórica fue de tres escaños para el PP y dos para el PSPV. En los últimos comicios ya se rompió al entrar Ciudadanos y A la Valenciana. Ahora Vox amenaza con fragmentar aún más la representación y dejar al PP con, como mucho, un diputado. De ahí, la propuesta de Casado.
Esta, sin embargo, tuvo ayer un efecto bumerang en Castelló. La presidenta local de Vox, Llanos Massó, dio la vuelta al argumento y animó a los populares de Castelló a retirarse de la contienda del 28 de abril si temen la dispersión del voto conservador.
«Nuestras expectativas en Castelló son buenas, por lo que si al PP le preocupa la división del voto que opte por no presentarse», explicó Massó, que consideró factible que el partido de extrema derecha alcance dos actas de diputados en la provincia el 28A.
En las elecciones del 26 de junio de 2016 el PP sumó en Castelló dos diputados, mientras el PSOE, Ciudadanos y Compromís (dentro de A la Valenciana) obtuvieron uno respectivamente. Entonces, los populares ya perdieron la posición hegemónica que habían mantenido en el bando conservador. Para la cita del 28A ha aparecido un tercer actor: Vox. Las últimas encuestas prevén un descenso de los apoyos del PP y la irrupción con fuerza de la ultraderecha en la Cámara Baja. Proyectan, además, que los partidos que avalaron la moción de censura contra Mariano Rajoy mantendrían la mayoría.
En este contexto, Pablo Casado ha emplazado a Vox a que no acuda a los comicios en las provincias menos pobladas, donde unos pocos votos pueden ser claves para conformar la distribución parlamentaria. «Ojalá otros partidos hicieran un análisis de responsabilidad y pensar si en aquellas convocatorias en las que no van a tener representación en algunas circunscripciones merece la pena dividir el voto para que algunos escaños pasen al PSOE y a Podemos», manifestó el dirigente popular en un acto en Zamora.
El presidente del PP de Castelló, Miguel Barrachina, eludió valorar ayer el planteamiento de Casado pero apuntó que «el sentido común dice que si divides el voto tienes menos opciones». Massó recogió el guante pero lo giró y emplazó al PP a hacer campaña a favor de Vox. Cree que «habrá circunscripciones donde Vox se acercará al PP o lo superará». Vox «no va a seguir el chantaje del supuesto voto útil», dijo
