? Hubo un flujo génico norteafricano en el sureste de la Península en época púnica y romana, mucho antes de la llegada de los musulmanes en el siglo VIII. Al inicio de Edad Media un cuarto de la ancestralidad ibérica había sido reemplazada por flujos de población romana, griega y fenicia. Del período islámico se han analizado individuos de València, Castelló y Vinaròs, que muestran un componente norteafricano del 50 %, mucho mayor que el residual 5 % actual. Es una ancestralidad que fue casi eliminada durante la Reconquista.
